Parte 26

2.9K 236 14
                                    

Anidados

Drarry

(Alfa! Draco, Omega! Harry)

—¿Qué estás haciendo, Harry? —preguntó un Ron adormilado al ver que su amigo se estaba poniendo la capa de invisibilidad a mitad de la noche.

—Amm... no podía dormir, es todo, en un rato regreso —respondió el ojiverde intentando ocultar su nerviosismo por haber sido descubierto.

—Está bien, amigo. Ten cuidado con los prefectos —dijo el pelirrojo para después darse la vuelta para continuar durmiendo.

Harry soltó un suspiro de alivio al ver que Ronald no había insistido en acompañarlo, y después de ver que sí tenía bien puesta la capa de invisibilidad se dirigió a la salida de los cuartos.

El ojiverde tenía que admitir que ya hasta costumbre se le había hecho esto de tener que salir diario a altas horas de la noche, y era un gran alivio tener la capa de invisibilidad que su padre le había dado, seguía sin entender como le hacía el rubio para salir sin ser descubierto, pero bueno, era un misterio.

Harry seguía sin entender como había llegado hasta este punto con el oji-plata, porque en sus principios antes de entrar a hogwarts eran casi hermanos, se la pasaban casi todo el tiempo en la casa del otro. Y todo esto gracias a que Sirius había comenzado a salir con Lucius, Harry en momentos como esos se alegraba mucho de que el Black fuera su padrino.

Pero después de que ambos entraron a hogwarts se distanciaron un poco, bueno, solo dejaron de estar pegados al otro todo el día, aunque no tardó mucho a que volvieran a estar igual de unidos que antes, solo que ahora como pareja.

En realidad para nadie era una gran sorpresa que Malfoy y Potter hayan terminado juntos, Ginny siempre se encargaba de decir que le recordaban mucho a sus típicos libros de Friends to lovers que siempre leía.

Así que cuando en 4 año Draco se presentó como Alfa y el azabache como Omega nadie vio muy raro que estos dos resultaran ser destinados, es más, la gran mayoría podía corroborar desde antes que estos iban a ser destinados, era algo obvio a ojos de muchos.

Porque la forma en la que se miraban el uno al otro, como si todo desapareciera de repente y solo ellos dos existieran en el mundo no se podía ignorar.

Cuando Harry vio al rubio a lo lejos no pudo evitar sonreír de forma involuntaria, el oji-plata estaba recostado en el césped mirando hacía el cielo, seguramente viendo las constelaciones, que el azabache por más que intentara seguía sin poder verlas.

—Hola, Harry —dijo Malfoy sin despegar su mirada del cielo nocturno aún.

—¿Cómo me puedes ver? sí ni siquiera me he quitado la capa —respondió el azabache con un puchero involuntario, para después quitarse la capa de encima.

—Es mi don —dijo el rubio con una sonrisa arrogante en el rostro, y después se paró para quedar frente a frente con el oji-verde.

Harry solo rodó los ojos ante esto y se acercó al alfa que estaba delante de él.

—Y ¿para qué me querías ver que no te podías esperar hasta mañana? —preguntó el azabache mientras veía al rubio a los ojos.

—¿No puedo solo querer ver a mi novio? —respondió Draco para después abrazar a Harry y ocultar su cabeza en el cuello de este para poder respirar bien su aroma.

—Sí, pero estoy seguro que no solo me hablaste para eso —dijo el azabache separándose del rubio para mirarlo con duda.

—Bueno, tienes razón, no solo para eso te hablé —contestó Malfoy para después meter su mano en el bolsillo de su túnica.

—Hace unos días padre me envió esto —dijo el rubio sacando una cajita de su túnica, los ojos de Harry brillaron inconscientemente.

—Y te lo quería dar, porque estoy seguro de querer estar contigo el resto de mi vida, porque eres la única persona a la que quiero a mi lado por siempre — Draco se hincó en el suelo y abrió la cajita que tenía en sus manos —Así que, Harry James Potter Evans ¿te quieres casar conmigo?

—Claro que sí, idiota —contestó el azabache para después tirarse encima del rubio a abrazarlo, haciendo que este casi perdiera el equilibrio.

—¿Hacía falta el insulto? —preguntó el rubio con una sonrisa en el rostro mientras abrazaba al oji-verde.

—Sabes que sí — contestó Harry riendo.

—Te amo —dijo el rubio mientras se llenaba del aroma del azabache.

—Sabes que yo también

OmegacemberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora