- Capitulo 3 -

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Mi cuerpo se sentía letárgico, solo mis piernas sabían a donde me dirigía mientras en mi mente miles de pensamientos asomaban . Ni siquiera note cuando ya me encontraba frente a una puerta doble ya muy conocida para mi.Una vez sola en mi cuarto me encamine al baño. Necesitaba con urgencia una ducha que relajara la tensión de mi cuerpo. Solicite una ayudante en mi cuarto, mientras esperaba su llegada veía mi reflejo en el espejo de cuerpo completo, que se localizaba a una esquina del lugar. En ese momento mis pensamientos volvían a tener control sobre mí, siempre había sentido que mi vida la estuviera viviendo en piloto automático. Solo haciendo y comportándome como los demás me dicen que lo haga .Y es que no tenía ni voz ni voto y había llegado a este punto en mi vida en que ya me era tarde para reaccionar, que ya no podía retractarme en nada, que ya era simplemente tarde. Unos golpes en la puerta me sacaron de mis pensamientos, a la vez que me encaminaba a abrirla.

- Me llamo mi señorita- Habló una muchacha con el usual uniforme de las asistentes, pero ligueramente desarreglado, dándole un toque poco usual en ellas, su cabeza baja me hizo un poco difícil saber con exactitud de quien se trataba, sin embargo con los ligeros temblores nerviosos que producía esta persona, pude reconocer que era la jovencita nueva del otro día.

- Si, gracias por acudir al llamado - Hable haciéndome a un lado para que ingresara-Podrías prepararme un baño , por favor.- Hable cortésmente y ella asintió.

- Por supuesto mi señorita - Dijo la aludida y se encamino rápidamente al baño, procediendo a llenar la bañera blanca que se situaba al lado derecho del tocador, me acerque y desde la puerta la observe revisando algunas gavetas que se encontraban en la parte inferior de esta y tomando unos pomos de sales minerales, procedió a vértelos la bañera .- Todo listo señorita – Dijo una vez completo su tarea , levantándose e inclinando su cabeza en mi dirección - ¿Algún pedido mas en la que la pueda ayudar?.

- Si, de hecho necesito ayuda con mi corset - Hable tomando asiento en un silla sin respaldar para que me pudiera ayudar a desatar los fuertes nudos que llevaba puesto desde la mañana. Estaba segura que la dura tela del material me había dejado marcas como anteriores veces. Claro no sería ni la primera ni la última vez.

- Claro, de inmediato – Hablo y se encamino en mi dirección. Una vez a mis espaldas podía sentir su nerviosismo cada vez que acercaba sus manos hacia mí para soltar los pasadores. Por el rabillo del ojo podía notar como sus brazos temblaban de manera preocupante, como teniendo miedo, a mi parecer su tarea era simple entonces ¿Por qué tanto temor?.

- Sabes- Empecé a hablar tranquilamente para romper con la tensión - Es la primera vez que veo un rostro nuevo en esta casa - Hable pausadamente, guardando silencio por unos segundos aguardando una respuesta, sin embargo esta nunca llego, por lo que procedí a ser más directa- ¿Cómo llegaste a trabajar aquí? –Pregunte de frente, dejado de lado los rodeos.

- Bueno ... Mi señorita – trataba de hablar pero tartamudeaba – Lo que sucede es ...- Podía sentir como el temblor en sus manos aumentaba más al intentar responderme, haciendo sentir culpable, de haber cometido alguna indiscreción.

-Tranquila - Hable y medio volteé para mirarla- Si no quieres comentarlo, lo entiendo.- Continúe- Aun así, me gustaría conocer tu nombre - Concluí volteando de nuevo a mi posición inicial. Tratando de cambiar de tema e intentando no incomodarla nuevamente.

- No es eso mi señorita – Hablo más segura continuando su labor – Es solo que Lusia, me prohibió hablar de más con usted –Continuó – Me dijo que no sea una habladora delante de su presencia y que solo me limitara a hacer las tareas que se me encomiendan y mantenerme callada.

Vinculo InquebrantableWhere stories live. Discover now