Capítulo I

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Ésta fue otra cosita toda loca que escribí durante la cuarentena de Kimetsu No Yaiba, sigo llorando todavía a cierta personita así que no dejo de escribir de ella jajaja, pensé en subirlo antes pero casualmente empece el semestre, me llenaron hasta el tope con tarea y pruebas así que lo pospuse hasta ahorita que por fin soy medio libre. 

Lamento si hay algún errorcito, saltos extraños o cualquier otra cosita.

Gracias de antemano para los que lean٩(˘◡˘)۶❤



Ese día en la mañana se levantó de un brinco, el corazón le golpeteaba con fuerza al pecho y tenía sudor bajándole por la frente, además del sudor tenía lágrimas en los ojos. Lo peor es que no recuerda qué soñó cómo para despertar así.

Pero debió ser algo feo porque hasta las manos le temblaban, eso no es normal.

Un baño sirvió para calmarse, se vio al espejo y tiene el cabello castaño echo una bola de rizos aunque más esponjado de lo normal, espera el borde rojo que tiene bajo sus orbes violetas desaparezca antes que llegue la persona con quien vive, va ser un fastidio explicarle que estuvo llorando por no sabe qué cosa y que le crea... Vistió con ropa cómoda y se dirigió a la cocina, haría algo de desayunar antes de sentarse a trabajar.

Le costó trabajar, su cuerpo seguía extraño, de repente su respiración se aceleraba, a veces era el pulso, en otras oportunidades sentía la necesidad de mirar detrás de sí, como si algo estuviese observándola. Va a tomar en cuenta el solicitar unas vacaciones a ver si se relaja, ya como que le hacen falta.

Ya tenía... ¿Dos años? Trabajando en una de las revistas de la ciudad, es editora y por lo general debe estar contactando con asistentes odiosos para solicitar citas con ciertas personas de la ciudad y poder hacer los bloques necesarios. No se lo ha comentado a nadie pero está pensando en retirarse y buscar otro trabajo... Ah mentira, sí, alguien sabe, su mejor amiga y es que hasta ella le está diciendo que se dedique a otra cosa que le guste, fácil decirlo, difícil hacerlo. Su sueño al estudiar letras y lingüística era crear libros, de ficción para ser más concretos pero a veces le costaba más de la cuenta, también el hecho de que le falta fe en su persona, está segura Dios le regalo la inseguridad de la mitad de la población mundial y no estaba arrepentido de ello.

Cuando termino lo que tenía atrasado del trabajo se recostó en el mueble a ver televisión, hace menos de cinco minutos recibió una llamada de su amiga que iba en camino con algo para almorzar, ya casi era la una de la tarde y como no había comido bienvenida sea. Viven juntas desde hace como cuatro años, ella empezó a trabajar en una compañía de construcción y está trabajado con el ingeniero a cargo, por lo general se va tipo siete de la mañana y vuelve casi en la noche así que es raro vuelva tan temprano, curioso.

Nada más verla llegar la hizo levantarse para ir a ayudarla debido a que traía más bolsas de lo normal.

— ¿Y todo esto?

—Compre unas cosas, daremos una vuelta hoy


¿Una vuelta? Vio curiosa a la castaña de orbes azules y ésta le sonreía algo cansada, al parecer alguien también quiere un descanso del trabajo. No le molestaba en absoluto.


— ¿A dónde vamos?

—Al parque, ¿Recuerdas hay inicio del festival de primavera?

—Oh, sí ¿pero las bolsas son... para?


Le saldo la duda cuando le estiro una de las bolsas, adentro había una caja bien acomodada y al abrirla encontró un kimono de seda, era lila con pequeñas flores blancas y negras, el Obi era magenta, el contraste de colores era abrumadoramente hermoso, sonrió por eso.

Persiguiendo El DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora