Cuando llegué a los dormitorios todo estaba muy solo, seguía sintiendo esa sensación de que algo no andaba bien pero trataba de calmarme, cuando llegué a mi habitación vi todo desordenado, no podía dejarlo a si, por más que este cansado no podría dormir por todo el desastre que tenia aquí.Trate de acomodar todo, metí toda mi ropa a mi armario, puse las repisas, acomodé las cosas en el escritorio y en la mesita de noche, también limpié mi habitación de algunas envolturas de dulces que había dejado por ahí (algo que amaba muchísimo son los dulces me hacen sentirme en mi zona de Confort).
Al terminar quede todo sudado, todavía seguía mi ropa manchada de lodo y tierra necesitaba bañarme, era necesario.
Saque mi pijama y lo necesario para bañarme, salí de mi habitación rumbo al baño público, ese baño era compartido, tenía varias regaderas, tenían una pared que las separaba, y una cortina para la privacidad.
Ya era muy noche, a si que ya nadie había por el hospital, salvo los guardias, a si que no fue sorpresa no encontrar nadie en las duchas, la iluminación del baño era pésima, podía ver algo pero no llegaba a iluminar todo creando una tenuee algo sombría.
Cuando entré a la regadera, cerré la cortina, y puse mi pijama en una pared que separaba de las otras regaderas, cuando ya me había quitado la ropa, giré la manija de la ducha, cuando el agua tocó mi cuerpo solté un suspiro, hoy había sido un día muy productivo, agarré el jabón ya cuando mi cuerpo estuvo lo suficiente mojado para frotarlo sobre mi piel, estaba tan concentrado en quitarme el lodo de mi cuerpo, alguien habia entrado al baño y cerró muy fuerte la puerta de entrada haciendo que diera un brinquito que hizo que se me resbalar el jabón de mis manos.
El jabón fue a parar hasta abajo de la cortina, y yo no iba a ir a recogerlo, ya me estaba despidiendo del jabón.
Hasta que vi una mano huesuda y palida atravesar la cortina de la bañera, su mano se veía tan elegante con sus dedos largos y delgados, por instinto me incliné rapido para tomar el jabón.
—Gracias.—dije mientras agarraba el jabón.
—No es nada, solo lo recogí, es lo que hacen los compañeros.— dijo el chico desconocido.
Esa voz.
Se me hacía conocida, la había escuchado antes, pero de donde la había escuchado.
Me dio un poco de curiosidad, a si que traté de ver su cara, para ver si me era alguien conocido.
Pero lo único que vi fue su espalda, no pude evitar fijarme en esta, su piel se veía tan delicada y lechosa, tenía un montón de lunares en sus hombros y espalda, me quedé un buen rato viendo su espalda, me había quedado maravillado con sus lunares, parecía un mar de estrellas.
<Parezco un pervertido>
Ese pensamiento me hizo dejar de ver su espalda, tomé el Shampoo, y lo empecé a restregar en mi cabello.
—Disculpa, me podrías prestar tu Shampoo es que se me olvidó traerme el mío.—
—Si claro.—dije mientras le pasaba mi Shampoo, por estar distraído me cayó un poco de Shampoo a los ojos perdiendo mi oportunidad de ver al chico.
—Ten, muchas gracias.—dijo el chico devolviéndome mi Shampoo, apenas si pude abrir mi ojos para tomar el Shampoo y ponerlo en mi estante para la regadera.
Después de eso tuvimos una charla Amena hablando de cosas triviales, a pesar de no ver su rostro me hizo sentir protegido, el chico tenia una voz tan elegante que me hizo olvidar de esa sensación de preocupación y miedo cuando empezamos a platicar.
Cuando acabe de bañarme, agarre mi toalla y me empece a secar mi cabello, después la envolví alrededor de mi cintura, me volteé para despedirme de el chico pero no estaba.
En qué momento se había ido, si yo en ningún momento me quité de mi lugar, decidí no darle más vueltas al asunto, la iluminación empezaba a parpadear otra vez, prácticamente corrí para ir a los vestidores para cambiarme.
Me encerré en uno y empecé a ponerme mi pijama, era muy sencilla mi pijama, era azul celeste con dibujos de pingüinos y lo que más me encantaba de esta pijama es que era de algodón, es demasiado cómoda y por alguna razón siempre me hacia sentirme muy limpio al usarla.
Pero me percaté de algo, no estaba mi ropa interior, estaba muy seguro de haberla llevado junto con toda mi ropa, será que se la robaron, eso era imposible, no había nadie más, salvo el chico.
Pero que de interesante tendría robarse unos calzones de Chat Noir, si me encantaba ese gato travieso, no me juzguen, concluí que por las prisas no me había llevado la ropa interior, a si me sentía un poco más calmado.
Al salir de las regaderas, caminé un poco más para ir a mi dormitorio, se sentía tan solo el lugar, cada vez que daba un paso se escuchaba el sonido de mis chanqulitas, caminaba rápido pero era por me estaba dando miedo el lugar solo, realmente si me verían les daría risa al ver como camino pero trataba de caminar lo más rápido que podía si hacer mucho ruido.
Llegué a mi habitación, cerré la puerta y me recargue sobre ella, sentia mi corazón acelerado, puede que si me guste mucho ver películas de terror, pero es demasiado diferente ver la película, que vivirlo.
Lo que me relajo fue ver mi cuarto limpio, me hizo soltar todo el aire reprimido, me gustaba tener mi habitación limpia, me sentía seguro.
Ya era demasiado tarde, a si que decidí que mañana vería el siguiente expediente, cuando ya estuvo seco mi cabello, me acosté en mi cama, cuando mi espalda tocó el colchón no pude evitar soltar un suspiro, me relajé y cerré mis ojos.
Un sonido hizo que abriera mis ojos, provenía de arriba en la ventilación, A veces podría ser demasiado paranoico pero juro que vi en la ventanilla un ojo asomándose, me congeló el pánico, me quedé inmóvil, ni siquiera parpadeé.
Cuando el pánico me dejó, siguió el miedo, me senté en mi cama y junté mis rodillas al pecho y mis brazos fueron a parar alrededor de mis hombros, haciendo el abrazo mariposa, mi cuerpo se empezó a mecer de adelante hacia atrás.
<Todo va estar bien, es mi imaginación>
Me lo repetía constantemente, haciéndome lo creer, duré varios minutos a si hasta que me sentí mejor, desde niño sufri de esto, veía cosas extrañas, que no eran normales, tenia demasiadas ataques de ansiedad y parálisis de sueño en las madrugadas, nunca fui con mi madre porque ella siempre hablaba pestes de personas "locas" , creo que por eso fue uno de los factores que me hizo estudiar esto, por qué sabia que no estaban "locas", ellos veían cosas que nosotros no podíamos ver, ellos eran asombrosos, pero tenían actitudes malas que lo hacían ver como gente "loca".
Aprendi a valerme por mi mismo, trataba de ser independiente, pero siempre caía por mi madre, siempre hice lo que ella decía pero solo era porque eso me hacía sentir cerca de ella pero con el tiempo lo superé, lo que no pude superar es esto, por miedo nunca le dije a nadie lo que me pasaba, yo mismo me daba sesiones, y hablaba conmigo mismo acerca de mis problemas, se que esto nunca se va a quitar pero aprendí a vivir con ello.
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☁️ʜᴇᴀᴠᴇɴ☁️ sᴜɴʜᴀʀᴇᴍ
Fanficsᴜɴᴏᴏ ᴇs ᴜɴᴏ ᴅᴇ ʟᴏs ᴍᴇᴊᴏʀᴇs ᴘsɪǫᴜɪᴀᴛʀᴀs ᴇɴ ᴋᴏʀᴇᴀ ᴀʟ sᴇʀ ᴛᴀɴ ᴇғɪᴄᴀᴢ ᴄᴏɴ sᴜs ᴘᴀᴄɪᴇɴᴛᴇs ᴇs ᴄᴏɴᴛʀᴀᴛᴀᴅᴏ ᴘᴏʀ ᴜɴ ғᴀᴍᴏsᴏ ʜᴏsᴘɪᴛᴀʟ ᴘsɪǫᴜɪáᴛʀɪᴄᴏ ♧ -sᴜɴʜᴀʀᴇᴍ (sᴜɴᴏᴏ x ᴇɴʜʏᴘᴇɴ) ♧ -ᴄᴏɴᴛᴇɴɪᴅᴏ +𝟷𝟾 ♧ -ᴇɴʜʏᴘᴇɴ ᴛᴏᴘ /sᴜɴᴏᴏ ʙᴏᴛᴛᴏᴍ ♧ -ʟᴇɴɢᴜᴀᴊᴇ ᴇxᴘʟíᴄɪᴛᴏ, ᴛᴇᴍᴀs sᴇɴsɪʙ...