Capítulo 1. una pequeña misteriosa

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Holaaaaa

Me siento con un impetu que hasta yo misma me sorprendo, hace algún tiempo recibí comentarios sobre esta historia y algunas no sé sentían muy conformes con el final y a decir verdad me entraron las ganas de quererlo desarrollar un poco más porque es una de mis parejas favoritas, voy hacer un final donde ambos queden juntos, espero lo disfruten y nos leemos en los comentarios.

Sayonaraaaaaaa

― Aaaaah- suspiraba un joven de cabello negro mientras veía las estrellas― no puedo creer que sigo pensando en ella, si hace mas de un año que no la he vuelto a ver- se lamentaba al recordar lo que habia pasado, pero aquella chica de cabello dorado no aceptaría estar con el, sus principios estaban antes que sus deseos pero aunque sea por una sola vez se dejo llevar por el corazón y al recordarlo sonrió con una amarga sensación.

― Seiya, ¿Qué es lo que haces aquí?, la princesa nos esta buscando- desde lo lejos Yaten se dirigía hacia él

― Nada, solo contemplaba las estrellas, amo tanto su resplandor que no puedo dejar de mirarlas

― Aaah- suspiro Yaten, el ya tenia una idea de lo que le pasaba pero preferia no comentarlo en voz alta, a los pocos segundos llego Taiki y los tres se dirigiron a la sala principal pero en ese momento un pequeño resplando apareció frente a ellos dejándolos segados por unos minutos y cuando la luz se dicipo una pequeña niña con coletas rosas apareció frente ellos.

―¿Quién es ella?- pregunto receloso Yaten, la niña parecía inofenciva pero logro atravesar la seguridad del palacio y eso no le daba confianza

― Calma Yaten, solo es una pequeña niña, dime ¿Cómo te llamas pequeña?¿de donde eres? ¿Dónde están tus papás?- Seiya se acercó a ella, inclinándose a su altura, la pequeña lo miro detenidamente, ladeo su cabeza y le regalo una sonrisa. El corazón del pelinegro dio un salto porque esos ojos, esa sonrisa, ese peinado, lo conocía muy bien, la pequeña se parecía a Serena

― Seiya, ¿estás bien?-Taiki le toco el hombro para sacarlo de sus pensamientos

―Ah, si, ¿en que estaba?, cierto ¿cómo te llamas?- la pequeña lo miro

― Chibi Chibi- respondió con su dulce voz

— ¿Cuántos años tienes?

— Chibi chibi- volvió a responder

— ¿De dónde vienes?

— Chibi chibi- en ese momento todos se miraron, era un a pequeña como de dos años no creían poder sacar más información de ella

― ¿Dónde están tus papás?- pregunto Seiya, la pequeña sonrió con alegría colgándose del cuello del muchacho.

— Papá- se aferró al chico que un poco desconcertado sintió un calor en su corazón moviendo involuntariamente sus brazos y cargándola consigo.

Seiya no había negado nada en cambio sostenía a la pequeña con tal fuerza, como un padre cuidando a su hija, dejando a sus amigos sorprendido por sus acciones.

— Llevemos a la pequeña con la princesa, siento que ella podrá saber que pasa

— Pero Seiya podría ser una amenaza

— ¿De que estás hablando Yaten?, No seas paranoico, solo es una pequeña, no tienes porqué estar a la defensiva con ella

Sin prestar atención a las advertencias de sus amigos siguió sus instintos y se llevo a la pequeña consigo.

— Princesa está pequeña apareció de la nada en el castillo, no sabemos quién es pero me parece familiar- la princesa se levantó de su trono acercándose a la pequeña que de inmediato estiró sus manitas para tocar su rostro, causando una sonrisa en la joven.

— Díganme ¿qué les preocupa?- pregunto mientras cargaba a la pequeña

— No sabemos de dónde viene y apareció frente a nuestros ojos con un resplandor, burlando toda la seguridad del palacio, no sabemos si es enemigo o aliado

— Ya veo, la pequeña tiene un gran poder de eso no hay duda es casi tan fuerte como el mío y eso que apenas es una bebé- los tres miraron  sorprendidos— falta que crezca y desarrolle más sus poderes 

— Entonces es una amenaza, no podemos mantenerla aquí- dijo Yaten con recelo ante la pequeña

— No hay de que preocuparse su poder no es maligno de hecho es tan puro que me parece conocido- regreso a la pequeña a los brazos de Seiya porque extendía sus bracitos para regresar— pequeña, dime ¿Quién es tu mamá?

— Mamá- Chibi Chibi sonrió, un fuerte resplandor iluminó el lugar dejando segados a todos y cuando la luz se dicipo una luna  se formó en su frente.

Los cuatro se miraron, esa marca ya la conocían y le pertenecía a la soberana de la tierra Serena.

El secreto de la ReinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora