Bleach: El Rey Loco

Capitulo 40 (OVA 3)

LO MEJOR DEL INFIERNO ES QUE PUEDES ARRUINAR TOTALMENTE EL LUGAR, MATAR A TODOS EN EL Y A NADIE LE DARÍA UNA MIERDA.

"Esto es malo", dijo Ukitake en voz alta durante la reunión de capitanes. Actualmente, el Capitán Renji Abarai junto con la Teniente Rukia Kuchiki estaban en una misión a otro reino conocido como el infierno. La situación, aparentemente un grupo de pecadores con habilidades especiales descubrió una manera de salir temporalmente del infierno y entrar al mundo humano específicamente a Karakura y atacar a sus guardianes. Secuestraron a alguien importante y según el último Quincy, Uryu Ishida hizo demandas a cambio de su rehén antes de regresar al infierno.

"¿Cuáles fueron sus demandas exactamente?" Preguntó Soi Fon.

"Quieren que el Rey del Alma conocido como Ichigo Kurosaki los libere de su encarcelamiento en el infierno", dijo gravemente Kyoraku.

"¿A quién diablos se llevaron de todos modos?" Kenpachi preguntó no realmente interesado en la terrible situación.

"Yuzu Kurosaki", dijo sombríamente Ukitake. "Estaba visitando a su familia durante sus vacaciones de la academia culinaria a la que asiste cuando estos habitantes del infierno la secuestraron".

"Ichigo se va a enojar", sonrió Kenpachi.

"Él nunca lo sabrá, tenemos que mantener esto alejado de él", Kirinji, el capitán del escuadrón cuatro, habló rápidamente. "Ya sabes cómo es cuando su familia y amigos corren peligro", todos asintieron con la cabeza.

"El Capitán Abarai junto con el Teniente Kuchiki ya se han ido al infierno con Uryu Ishida y Yasutora Sado sin autorización para rescatar a Yuzu Kurosaki", informó Byakuya.

"¿Qué estaba pensando?" Soi Fon frunció el ceño preguntándose qué tan tonto podía ser Renji.

"Es un capitán ahora, entiende que el tiempo es esencial e hizo un juicio, yo diría que eligió correctamente con lo importante que es el rehén", Kyoraku elogió a Renji por su capacidad para entender y actuar rápidamente, definitivamente se lo merecía. el ascenso a capitán por sus acciones.

"El grupo que se fue al infierno debería ser más que capaz de encargarse de este asunto, creo que debemos concentrarnos en evitar que Kurosaki se entere de lo que está pasando", explicó Byakuya.

"¿Descubrir qué?" preguntó una voz desde las puertas dobles. Ichigo estaba en la entrada vestido bastante bien, lo cual era inusual para él con un traje negro ajustado con una camisa abotonada de color rojo oscuro y corbata negra. Tenía las manos en los bolsillos mientras miraba divertido a los capitanes del Gotei trece. "¿Qué está pasando esta vez?"

"Nada de eso", mintió Kyoraku manteniendo una actitud agradable.

"¿Es eso así?" Ichigo entrecerró los ojos hacia el capitán en jefe. "No estarías tratando de esconderme algo, ¿verdad Capitán Shunsui Kyoraku?" Su tono era peligroso y frío mientras caminaba para pararse en el centro de los capitanes reunidos, la presión aumentaba cada segundo. En este momento Ichigo Kurosaki se había ido y en su lugar estaba el despiadado señor oscuro que destruyó por completo al padre de los Quincies de todas las formas imaginables.

"Ichigo, no te preocupes, podemos manejar este asunto", Ukitake trató de calmar la creciente tensión.

"¿Pero por qué no quieres que lo sepa?" Ichigo comenzó a caminar por la fila. "¿Es porque estás preocupado ... cómo podría reaccionar?".

"No estamos preocupados", dijo Byakuya con frialdad.

"Está bien, si nadie quiere derramar los frijoles, está bien", Ichigo sonrió como un gato que se comió demasiados canarios. "Sé que uno de ustedes me lo contará todo"