Cap. 3

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El mayor le comenzó a buscar conversación una vez terminó de beber su café, con gusto le contestaba pero la timidez no lo abandonaba. Jungkook nunca había visto a Jimin hacer el intento de cocinar, lo que le llevó a observar curioso lo que hacía.

– Y en la escuela, ¿como te va?– Preguntó el peli-negro volteando uno de los pancakes para luego mirarlo brevemente y seguir con lo suyo. – Estás en tu último año, ¿cierto?–

– Eeh si, sigo estando con Hoseok y V, también conocí a otro chico.– Jimin alzó una ceja, acción que notó. – Nos va bien a los cuatro juntos..–

– Buenos días~.– Canturreó la madre del mayor llamando la atención de ambos.

Jungkook se acercó a saludarla primero con una sonrisa abierta y brillante, la abrazó, lo cual no era muy usual. Aquel acto hizo que la mujer compartiera una mirada con Jimin, quien se encogió de hombros sonriéndole.

– Estás contento cariño.– La mujer acarició las mejillas del menor en cuanto se separó.

El menor asintió sonrojandose lentamente para dejarla pasar a saludar al peli-negro. Jimin abrazó a su madre dejando que esta apoyara su cabeza en su pecho.

– Buenos días omma.–  La mujer sonrió en plenitud al poder pasar tiempo con su hijo, lo soltó para  que pudiera seguir cocinando el desayuno.– Jungkook me estaba contando sobre la escuela.–

Ambos compartieron miradas solo para que el menor quedara mudo y el mayor sonriera mientras servía los platos.

– Que bueno.– Dijo la mujer ajena a la tensión entre ambos chicos.– Puedes hablar con Yoongi a ver si quiere venir a pasar la noche, decidimos salir hoy en la noche y volver mañana para aprovechar el tiempo que Minnie vaya a estar aquí. –

¿Yoongi?, pensó el mayor apagando la estufa para buscar el syrup.

– Minnie, no te molesta hacerte cargo de los chicos, ¿verdad?– Preguntó la fémina ayudando con los cubiertos, el peli-negro negó.

– Para nada, no creo que molesten.–

A todo esto, Jungkook observaba al mayor por momentos haciendo un pequeño puchero inconscientemente. Le calmaba la idea de que no iba a estar solo toda la noche y el día siguiente porque en ese caso, no sabría que hacer. Le era imposible evitar pensar y pensar en todo lo que hicieron, para al final no optar por intentar superar lo que sentía por aquel hombre frente suyo.

– Gracias hyung.– Le agradeció por el plato que fue colocado frente suyo junto con el syrup.

– No hay de qué.– Observó al peli-negro y a la mujer, preguntándose si el mayor aún sentía algo por el.

Agachó la mirada al plato comenzando a comer. Siempre se terminaba ahogando en preguntas similares y no quería llorar frente a los mayores. Sentía que pensarían que quería llamar la atención o algo así, a pesar de que sabía que la fémina era una mujer sumamente comprensiva. Jimin, por otra parte, sentía que estaba volviendo a conocerlo y eso solo lo llevaba a perderse más.

Optó por salir a dar un paseo cuando terminó de desayunar  y reposó un poco. Citó a sus amigos al café donde planeaban sus próximos planes, allí habían planeado una salida en la tarde en la víspera de Navidad. Ordenó un trozo de pastel de chocolate y cuando lo pagó tomó asiento, comenzando a comer pequeños pedacitos. Era sin dudas muy temprano para comer dulces, ¿pero que más da? Sus amigos revoltosos, Hoseok y V, tocaron en la ventana junto a la cual se había sentado. Ambos le sonrieron y le dibujaron un corazón que lo hizo reír.

– ¿Donde estaban que llegaron tan rápido?– Preguntó en cuanto los dos chicos se sentaron frente suyo, ambos quitándose gorros y bufandas.

– Estábamos cerca, pensábamos pasar por tu casa.– Explicó Hoseok robándole un pedacito de pastel, lo dejó pasar buscando como darles la noticia.

¡𝓣𝓮 𝓐𝓶𝓸, 𝓒𝓸𝓻𝓪𝔃ó𝓷!  //Jikook//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora