Cap. 2

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Luego de haber dormido la noche anterior con unas frazadas cálidas sobre él, no quería levantarse esa fría mañana. El aire acondicionado secaba sus ojos de tan frío que se encontraba así que decidió apagarlo y esperar un poco para levantarse e ir al baño. No se preocupó por darse una ducha, aún no sentía que era su hora de ponerse presentable.

Tras haber utilizado el baño, salió poniéndose sus pantuflas para salir de su habitación. Bajó con pesadez las escaleras dándose cuenta de que la casa era apenas iluminada por la luz del sol, tal vez nadie se había despertado aún. De su trabajo se había adaptado a comenzar sus días temprano, pero levantarse a las 7 de la mañana era tarde para él.

Se dirigió a la cocina para buscar donde se encontraba el café y poner la cafetera.

Apoyó su espalda contra un gabinete contrario al que se encontraba la cafetera para observarla con los brazos cruzados. Abostezó un par de veces mientras se restregaba un ojo. Se sentía raro el estar allí mirando una cafetera en vez de estar saliendo de su casa al trabajo.

Voltea su rostro hacia la derecha cuando siente que lo vigilan llevándose un susto al ver al menor, lo cual le quitó un poco el sueño. Está a allí parado con unos pantalones de pijama estrellados azul marino y un sweater negro bastante grande.

- ¿Hyung..?- Musitó un Jungkook escéptico de lo que estaba viendo, su labio inferior temblando levemente acompañado de ojos cristalinos.

El ahora peli-rosa agachó la cabeza intentando disipar las lágrimas que nublaban su visión. Queriendo ocultar y controlar un poco la emoción que le causaba el tener la presencia del mayor. La luz fue encendida en cuanto el mayor asimiló lo que estaba pasando.

Se acercó al menor con visible angustia en su rostro intentando hacer que el menor lo mirara. Al no lograrlo acercó al peli-rosa a su cuerpo para rodearlo con sus brazos en un abrazo gentil pero firme. Comenzó a acariciar la espalda del peli-rosa con su corazón alborotado como lo hacía dos años atrás. El menor le correspondió deshaciéndose en el abrazo y dejándolo salir todo con sollozos que eran acallados en el pecho del mayor. Su agarre siendo firme en la espalda del mayor con la intención de asegurarse que era real.

- Estás aquí..- Sollozó el menor incapaz de mirar al mayor, en el intento fallido de frenar sus lágrimas. Algunos espasmos comenzaban a hacerse presentes cuando inhalaba.

- Deberías estar feliz de verme, no estar llorando como si se tratara de algo irreal.- Murmuró Jimin en un tono suave y burlón sin dejar de acariciar su espalda, queriendo que el menor dejara de llorar.

Jungkook miró al peli-negro aún con lágrimas rodando por sus mejillas, le parecía que no era momento de hacer bromas. La mirada desaprobatoria del peli-rosa hizo que el mayor riera brevemente.

Jimin secó con sus pulgares delicadamente cada lágrima que bajaba por las mejillas sonrojadas de Jungkook sonriendo levemente. Se miraron por un rato, el menor se había dado cuenta de que no era el mismo de antes. Le era notorio en su rostro, y en su forma de actuar.

- ¿Me darás un abrazo de bienvenida?- Preguntó Jimin alejándose un poco del menor, quien lo volvió a atraer esta vez abrazándolo por el cuello y poniéndose de puntillas.

El mayor le correspondió por fin sintiendo como esa angustia se desvanecía.

Rodeó su pequeña cintura con sus brazos escondiendo su rostro en su cuello. Volvió a tener ese sentido de pertenencia entre los brazos de aquel chico. Por otra parte, estaba seguro de que el menor había perdido algo de peso, por lo tanto lo cargó para comprobar sus dudas.

- Jungkook, ¿te has estado alimentando bien?- Pregunta Jimin preocupado en cuanto deja al menor con su rostro teñido nuevamente en el suelo.

- Mhm.- Afirmó Jungkook sorbiendo su nariz, el peli-negro le sonrió levemente desordenando su cabello.

Le era reconfortante volver a ver ese pequeño rostro aniñado. El olor a café le recordó que la cafetera aún seguía encendida así que se volteó para apagarla. Tomó un mod del gabinete superior y sirvió un poco de café antes de buscar la leche.

- ¿Quieres..?- Preguntó el mayor girando nuevamente hacia el peli-rosa.

Jungkook negó sutilmente para luego salir de la cocina en silencio y sentarse en el comedor. Cruzó sus piernas quedando en posición india para ocultar sus pies fríos. Ahora no sabía si debería huir a su habitación o quedarse a hacerle compañía al mayor.

Se encogió en su lugar nervioso cuando el mayor se sentó junto a el cuidadosamente. No tenía ni la más mínima idea de como actuar o que decir. Miró a Jimin sin saber que este ya lo observaba, lo que hizo que su pobre corazón se alterara aún más. Seguía siendo tan guapo, no podía evitar sentirse así.

Casi dos años atrás, su "relación" o lo que sea que había estado manteniendo con el mayor había sido perfecta. Jungkook lo veía como algo que podría tener un futuro, cosa que lo llenaba de ilusión. Sin embargo, ese lazo se vió quebrado cuando Jimin tuvo que partir a la universidad. Fue la despedida más difícil que tuvo que hacer en mucho tiempo.

Aún así, continuó con su vida.

El castaño seguía siendo parte de su vida por más contradictorio que se escuche. V, como le gusta que le digan, se disculpó luego de que ya el mayor se había marchado. Le dijo que había buscado ayuda y que se arrepentía de sus acciones junto con todo lo que había dicho. Tardó en aceptar sus disculpas pero veía el cambio a medida que pasaba el tiempo. Su amistad se fortaleció y creció, sin olvidar a Hoseok, quien también formó parte de sus locuras.

- Kook.- Ante el llamado del mayor lo volvió a mirar parpadeando un par de veces.- ¿Estás bien?-

- S-Si..si.- Aseguró intercambiando su mirada entre la mesa y Jimin, se aclaró lo garganta dejando su vista fija en su regazo.

- Ten.- Volvió a mirar al mayor, Jiminle acercó su taza con una sonrisa sutil.- Bebe un poco, a lo mejor se te va un poco el sueño.-

Observó la taza gesitante, luego a quien le ofrecía la taza mordiendo la parte interior de su mejilla. Mientras el peli-negro le observaba tomó la taza percibiendo el aroma del café y vainilla. Bebió un par de veces disfrutando del sabor a vainilla, sonrió levemente porque le gustaba el café así. Le devolvió a Jimin su taza deslizandola sobre la mesa.

- Gracias. -

El peli-negro asintió sonriéndole, aún le gustaba esa sonrisa traviesa.

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Yo también quiero un abrazo. 🫂
JJSJAJSJAJS.

Aquí  está el segundo capítulo wujuuu, espero que les guste :p.

¡𝓣𝓮 𝓐𝓶𝓸, 𝓒𝓸𝓻𝓪𝔃ó𝓷!  //Jikook//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora