Capítulo 1

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1985

Después de ir de caza con mi padre y mi hermano estábamos camino a casa, vimos como todas las personas del pueblo estaban fuera de sus casas, lo cual era extraño ya que nadie salía. Algo no estaba bien, podía sentirlo

—Que demonios está pasando— dijo mi padre

Al llegar a casa nos sorprendimos, habían mínimo 20 hombres justo al frente de nuestra casa, dos de ellos tenían a mi hermana menor y a mi madre apuntándoles justo en la cabeza

Miedo, es lo que sentí en ese momento al verlas allí de esa manera, no entendía nada ¿qué estaba pasando y por qué estaban esos hombres aquí? De inmediato mi padre y mi hermano mayor salieron del auto, yo me quedé allí en el auto no sabía que hacer

¿Qué carajos está pasando aquí?— dijo mi padre

—Thomas, bienvenido— dijo uno de los hombres, parecía ser el líder de todos ellos —Haz roto las reglas Thomas, la última vez te advertí que no te acercarás a ninguno de nosotros—

¿De que estás hablando? Tú sabes que yo siempre he respetado nuestras normas— dijo mi padre y su confusión era notable en su voz

—Tú sí... pero tu hijo no— dijo señalando a mi hermano mayor quien estaba al lado de mi padre

—Hace dos días encontramos el cuerpo de uno de nuestros muchachos muerto detrás de su casa, los vecinos dijeron que la última persona que vieron salir de su casa antes de ser asesinado fue tu hijo—

—Yo no he matado a ningún hombre, esos vecinos están mintiendo— dijo mi hermano, parecía sonar honesto, mi padre solo lo miraba confundido y con desaprobación, el hombre que tenía a mi hermana menor pasó al frente

—Quisiera creerte, pero las personas que me informaron sobre ti se que nunca me mentirían— le dijo ese hombre a mi hermano

—Te lo advertí Thomas, ahora tendrás que pagar las consecuencias de sus actos— señalando con su dedo índice a mi hermano

El hombre le hizo una señal a quien tenía a mi hermana apuntándola, y como si mi padre sabría lo que iba hacer, habló

—No... por favor, podemos resolver esto de otra manera, siempre hemos resuelto nuestros problemas de una manera justa Stephen— nunca lo había escuchado hablar en ese tono, estaba asustado, lo sabía, y no era el único que lo estaba

—No hay vuelta atrás Thomas, lamento tener que hacer esto pero no tengo alternativa así es esto, muerte por muerte—

El hombre le volvió hacerle la señal a quien tenía a mi hermana

—Papi— dijo mi hermana llorando

—Lo siento pequeña esto no es tu culpa— le dijo el hombre quien la estaba apuntando con un arma en su cabeza

Sentí algo romperse dentro de mi cuando ese hombre le disparó a mi hermana, su pequeño cuerpo sin vida cayendo al suelo

—Nooo!—  el grito desgarrador de mi mamá, papá y mi hermano juntos me hicieron reaccionar, mi hermana estaba muerta y la habían matado justo delante de mi, así que agarre el arma de caza que estaba en el auto, y a pesar de que no tenia muy buena puntería salí del auto con pasos apresurados hacia el hombre que acababa de matar a mi hermana, lo apunté y escuché a mi papá suplicando que no lo hiciera, su voz estaba quebrada, pero no me importaba, entre lágrimas apunte a su cabeza y le disparé. Era la primera vez que mataba a alguien, vi a ese bastardo en el piso y no pude negar que sentí satisfacción por haberlo matado de la misma manera que él mató a mi hermana

—Vaya vaya Thomas, tus hijos son todos unos asesinos— dijo el hombre

—No Stephen... por favor no hagas nada de esto...— el hombre lo interrumpió antes de que terminara su oración

—Muerte por muerte Thomas—

Hubo un momento de silencio y solo se escuchaba los fuertes llantos de mi madre y los sollozos de mi padre y hermano, tenía un volcán de emociones recorriendo mi cuerpo, sentía rabia y dolor, quería matar a todos esos hombres, y de la nada todo vino a mi mente, recordé porque esos hombres estaban aquí, para vengar la muerte de ese chico que supuestamente mi hermano había asesinado

Muerte por muerte... las palabras de ese hombre resonaron en mi cabeza, vi el cuerpo del hombre del quien yo había matado, luego vi al otro hombre que desde que llegó es el único que hablaba. Allí lo entendí todo, yo acaba de matar a uno de ellos en un impulso hace un momento, así que mi corazón se apretó, mis ojos se cruzaron con los de mi madre quien no paraba de llorar, sabía que iban a matarla por lo que yo acababa de hacer, no puede ser, la iban a matar por mi culpa

—No por favor, yo... lo siento— las palabras no podían salir de mi boca, estaba asustado. El hombre se acercó a mi y las palabras que dijo me marcarían de por vida

—Todos nuestros malos actos tienen su consecuencia muchacho, acabas de matar a uno de los míos... así que no pretendas que no habrá un castigo—

No pude decir nada más, sabía lo que pasaría en los siguientes minutos, y sentía como mi pecho se hundía cada vez más. Él se volteo a ver a mi madre

—Es una pena Lorena, pero ya sabes como es esto—

Mi mamá seguía llorando y yo solo pude mirarla y decirle

—Mami... perdón— fue lo ultimo que le dije entre sollozos antes de que su cerebro fuera atravesado por una bala.

Nada es lo que pareceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora