CAPITULO V
Otro bendito día, estoy en el comedor desayunando con mis padres, mi mamá hizo el desayuno, eso no es fácil de creer, y ni tan siquiera está en ropa de trabajo así que me encuentro confundida y sorprendida a la vez, nadie ha dicho nada a parte de buenos días y buen provecho.
—Tenemos que hablar— dice mi papá algo serio mirando a mi mamá
—¿Paso algo malo? — Pregunto muy nerviosa, ¿y si se dieron cuenta que ayer no fui a clases? No, no pudieron, a solo que una maestra les haya llamado, Joder, estoy muerta, Cálmate Amy no digas nada porque no estás segura de que sea eso, así que no vayas a meter la pata.
—Tu mamá quiere decirte algo antes de todo— Dice mi papá
—Está bien—Digo agachando la cabeza porque recordé lo de mamá y la universidad, por favor que no sea eso, que no sea eso.
—Quiero disculparme contigo por lo de aquel día, no debí tratarte así, y no debí decir esas cosas, estaba muy estresada y estos días he tenido muchas nauseas tú no colaboras, porque no haces nada y...—
—¡Natalie! — Corta mi papá a mi mamá
—Hija lamento lo que dijo tu mamá, ayer te pregunte sobre la universidad, y me respondiste que le preguntara a ella, ella me explico todo, y déjame decirte que no es cierto, tu hasta ahora has sido responsable con el bachillerato, tienes buenas notas, y no has fallado ningún día, y sé que eres capaz de decidir por ti, pero si quieres nuestra ayuda aquí estaremos, siempre estaremos para ti— Casi me hace llorar, quiero tanto a mi papá.
Miro a mi mamá y esta con la cabeza abajo y con muecas algo tristes
—Está bien y gracias— Es lo único que diré, como dije no me gusta que ellos sepan sobre mis emociones y así
Termino todo y hoy si voy al bachillerato, casi se me sale el corazón al pensar que sabían que no había ido ayer.
**************
Una semana rutinaria, solo que las cosas han mejorado con mi papá más que todo, mi mamá está más bipolar que nunca, y ha subido de peso y eso la tiene muy, muy mal.
Hoy domingo tengo el día libre, así que aprovecho para terminar el libro del chico misterioso, sigo sin creer que literalmente lo alimente y no me quiso decir su nombre, aunque acepto que es entretenido salir de la rutina, mañana tengo que entregarle el libro y no tengo ni la más mínima idea de que hacer, porque tengo miedo de volverme a escapar del bachillerato y que mis padres se den cuenta.
A las 10.38pm Termino de leer el libro, estoy inundada de tanto llorar, ¡es que no creo lo que paso, no creo, me niego a pensar que el libro termine así, es que no puede ser!
Me limpio la cara con agua helada y me pongo algodones húmedos en los ojos para que se desinflamen y pueda ir al bachillerato mañana, y así me quedo dormida.
Riiiing, Riiiing, Me levanto asustada, miro el despertador —¡Dios mío, Ya es tarde!, —me levanto sin pensar mucho, y si, es una mala decisión, ¿porque? Pues por terca, confieso que mis posiciones para dormir son raras y que me muevo talvez demasiado, y pues por eso mismo los algodones que me puse en los ojos ayer cayeron en el suelo y todavía estaban algo húmedos, por lo tanto, me levanto de la cama, doy un paso, me deslizo, y me encuentro retorciéndome en el suelo.
El drama no se hace, con el drama se nace, y para mi suerte mi mamá estaba cerca y escucho el golpe, así que entro rápido a mi habitación y me ve en el suelo, rápidamente se agacha y me pregunta si estoy bien, ella está asustada.
—Amy por favor responde—¿Estas bien? —¿Qué te paso? — ¡Amy! — Seguía diciendo mi mamá.
—Si mamá, estoy bien, solo me duele la espalda, tranquila— Intento calmarla
—Pero ¿qué te paso? — Pregunta confundida
—Me deslice mamá, pero estoy bien — Le aseguro
—¿Te duele mucho la espalda? — sigue preguntando ella
—Un poco— Digo, aunque si me duele bastante
—¿Puedes sentarte o caminar? — Pregunta
Me intento levantar, me duele, pero no mucho, me intento sentar, ¡Santo Dios!, no puedo, y no puedo, es que siento que me estoy quebrando, no puedo ni sentarme, mucho menos acostarme, solo puedo caminar y estar de pie.
—Voy a llamar al doctor para preguntarle qué hacer, no te muevas, no hagas nada que pueda hacer que empeores— Dice algo nerviosa
—Está bien mamá — Le digo
Me pongo a ordenar unas cosas, ya que lo único que puedo hacer es caminar, pasan como 15 minutos y mi mamá regresa y en las manos trae una faja, unas cremas, unas pastillas, algodones, y un vaso de agua.
—Levántate la camisa, tomate estas dos pastillas, Pero no te termines el agua —
Hago lo que me dice al pie de la letra, y le entrego el agua que me sobro, ella moja los algodones con el agua y me limpia la parte que tengo roja de la espalda, me aplica las cremas y me ayuda a ponerme la faja.
—El doctor me dijo que tienes que caminar y que tienes que hacer unos ejercicios para que te deje de doler y te puedas sentar, no iras al bachillerato, si quieres sal a caminar, ya sabes a qué horas tienes que volver—
¡Es que casi saltaba ahí de la emoción, si no fuera por el dolor de espalda, sin necesidad de escaparme, voy a poder ver y conocer al chico misterioso!
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La Luna Fue Mi Guía
JugendliteraturAmy es una chica de 16 años que tiene que decidir que estudiar en la universidad, Amy no tiene una buena relación con su familia eso la hace antisocial, sarcástica, callada e indecisa. En 3 meses entra a la universidad, una nueva etapa y muy grande...