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— ¡Sácate ! ¡sácate! ¡me afixias! —mark empujó suavemente a su amigo para así tomar un respiro, se tocó el pecho y respiró hondo cerrando por unos instantes sus ojos para luego abrirlos y observar al moreno.

— Perdón, simplemente me dio curiosidad y...

— Ya ya, pero de verdad te pasas eh, casi me matas con tu sin fin de preguntas, ¿acaso eres un detective?

— Ni es para tanto —rodó los ojos restándole importancia con la mano.

— Me preguntaste su tipo de sangre Hyuck...  —Mark miró a Haechan con una cara de desagrado.

— Bueno, es para saber si es una persona de fiar, yo nomas digo —se cruzó de brazos y volteó su rostro un tanto indignado.

— Solamente tropezó conmigo y me ayudó a levantar mis cosas, no es cosa del otro mundo, cualquiera lo haría.

— Menos Yuta, Jaehyun y Taeyong.

— No estamos hablando de ellos ahora, por un momento no quiero saber nada relacionado que tenga que ver con esos tipos —estaba cansado de ellos, por suerte no se los ha topado y a hecho lo imposible para que eso siga así.

— Tienes razón, es raro que no lo hemos visto, pero en parte es un gran alivio, ni quien quiera lidiar con esos neanderthales sin neuronas.

Fueron caminando hasta su salón entre charlas casuales y pequeñas risitas por comentarios graciososo o estúpido que alguno soltaba. Parecían dos adolescentes normales que vivían sin ninguna preocupación más que la escuela, es una lástima que esa no sea su realidad.

Las clases continuaron como siempre, hasta que por fin llegó la hora de la salida, lo que muchos han estado esperando en todo el día, menos Mark y Donghyuck.

Estos dos fueron los últimos en salir de su aula, los nervios recorrieron sus cuerpos, sintiendo un escalofrío pasar por su espina dorsal quedándose estáticos en mitad del pasillo, esto debería de ser una maldita broma, ¿tan mala suerte cargaban?

En la entrada de la escuela se encontraban los tres chicos que tanto estuvieron rogando por no encontrarse ese día, ¿era tanto pedir? Hubiera sido un día tranquilo, pero el hubiera no existe y ahí se encontraban paralizados, no sabían que hacer. Donghyuck miró rápidamente a Mark y éste a él, su mirada reflejaba pánico, a Hyuck sólo se le ocurría una cosa...

— Corre.

Las piernas de Mark no reaccionaban ante el llamado de su amigo y los tres chicos se acercaban cada vez más a ellos, hasta que por fin salió de su transe y salió corriendo junto a Donghyuck.

¿Era tanto el temor que le tenían para salir corriendo?

Realmente no sabían de qué podrían ser capaces aquel japonés y esos dos coreanos.

Estos los siguieron, estaban en serios problemas.

Corre, corre, no te detengas, corre más rápido.

Se repetía eso mismo tratando de acelerar su paso, ni siquiera se atrevía a voltear hacia atrás, estaba corriendo prácticamente por su vida, no sabía que sería de ellos si los llegarán alcanzar, a Donghyuck no le harían mucho, pues él tiene el poder de acusarlos cuando se le diera la regalada gana, pero por una simple razón todavía no lo había hecho.

Mark.

Su querido y preciado Mark, que tenía miedo y no era tan capaz de acusar aquellos chicos que le hacían la vida imposible, tenía miedo de que le fuera peor.

La suerte no estaba de su lado ese día al parecer pues el canadiense se tropezo con sus propios pies, maldijo a lo bajo, Donghyuck se acercó ayudarlo pero fue en vano, Taeyong, Jaehyun y Yuta ya los había alcanzado.

 Defense   |    Johnmark.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora