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Unos días habían pasado y papi ya no salía de nuestra casa, según papá le habían dado unos días hasta que se sintiera mejor, por lo que pedimos también faltar. Al principio el mayor no estuvo de acuerdo con nosotros, pero luego terminó aceptando para que no estuviera solo en la casa.

Nuestros días en casa se trataban sobre mirar películas en el sillón, comer y hacer tareas con ayuda del peli verde para no atrasarnos en la escuela. Nuestro padre llegaba tarde de su trabajo, así que los tres nos ocupábamos de preparar la cena para que no tuviera que preocuparse por eso.

Ahora nos encontrábamos haciendo nuestra tarea, a Eri le costaba mucho más que a mi por lo que el peli verde estaba sentado a su lado mientras yo resolvía lo que entendía, todo esto fue hasta que oímos que alguien tocaba el timbre.

El mayor se levantó diciéndonos que siguiéramos con nuestra tarea antes de irse, lo cuál no hicimos y lo seguimos sin que nos notara, pudimos ver como abría la puerta y al otro lado había un policía.

—Buen día oficial, ¿en qué puedo ayudarlo? –reconocí al hombre y miré a Eri con preocupación, ella se veía asustada.

—Estoy aquí para entregar una citación, deben presentarse para volver a declarar y hacer un reconocimiento. –todo estaba mal, no tenia que pasar esto– Los pequeños deben volver junto con su esposo y usted también si así lo quiere, buenas tardes, me retiro.

El oficial se fue y el peli verde cerro lentamente la puerta girándose hacia nosotros, se lo notaba aun más asustado que Eri cuando comenzó a leer lo escrito en el papel. Nos miró y sus labios se movieron, pero nada salió de ellos.

Luego de unos minutos se acercó para arrodillarse frente a nosotros.— ¿Qué fue lo que hicieron niños? ¿Qué les hizo hacer su padre?

—N-no fue culpa de papá, Eri se o-ofrecio a hacerlo... –tome su mano y cuándo me miro negué en señal de que ya no hablara.

El mayor estuvo insistiendo por mucho tiempo para que le dijéramos que había sucedido, pero al no decir nada nos mandó a nuestro cuarto. Unas horas después llegó papá, ambos corrimos hacia la sala llegando en el justo momento en que el peli verde golpeaba al recién llegado.

—¡¿Qué has hecho?! –el contrario no se movía, había quedado mirando el suelo y en ese momento sentí como Eri apretaba mi mano– ¡Son unos niños Katsuki! No entiendo como pudiste hacerlo, los pusiste en peligro, ¡¿que se te pasaba por la mente cuándo tú...?!

—¡Tú! –brincamos en nuestro lugar al oírlo gritar– En lo único que pensaba en ese momento era en ti, en como temblabas en mis brazos de miedo mientras llorabas, en tus ataques de pánico, en los días que pasabas sin querer comer, en el miedo a que se te acerquen extraños, ¡solamente pensaba en ti!

—¡Eso no justifica ponerlos en peligro haciéndolos testificar sobre un loco torturador! ¿Es que no te da miedo que les pase? ¿No los amas Katsuki? –papi lloraba mientras sostenía del saco a papá.

—¡Por supuesto que los amo Izuku, son nuestros hijos maldita sea! –puso sus manos en sus mejillas y me pareció ver su labio temblar– Pero también te amo a ti, más de lo que cualquiera puede imaginar.

El peli verde dudó unos segundos pero comenzó a gritar de nuevo sin querer escuchar las cosas que papá le decía. Mis ojos picaban y cuándo gire a ver a Eri estaba igual, con su labio temblando y sus ojos llorosos. Cuándo se le escapó su primer sollozo también se me escapó uno comenzando a llorar, en ese momento los gritos pararon, pero nosotros no pudimos detenernos, ni en el momento que sentí unos brazos rodearme.

Nos llevo tiempo detenernos, cuando lo logramos –aún hipando por el llanto–, me encontraba en los brazos de papá y Eri en los de papi, nuestras manos ya no estaban juntas, pero teníamos nuestros rostros en el hombro de los mayores.

—Ya no lloren, no gritaremos más, lo prometemos. –la voz de papá se me hizo ronca cuando me susurro cerca de mi oído, pero asentí.

—Lamento mucho todo ésto niños, ¿nos perdonan?

—Eri los perdona, p-pero papi... No es culpa de papá, Eri no quería verte mal y pensó que si hablaba con esos policías papi ya no lloraría. –me aferré a la camisa de papá escondí aun mas mi rostro en su hombro.

Ellos siguieron hablando, pero nosotros ya no nos quisimos mover de su lado, por lo que mientras ellos conversaban en el sofá seguíamos en sus brazos.

El peli verde aceptó ir solamente cuando papá prometió pedirle ayuda al tío Eijirou para mantenernos a salvo de cualquier cosa y que no volvería a hacer nada sin antes hablarlo juntos.


Cortito, lo sé, pero lo hice apurada para poder actualizar.
Sepan disculpar la demora, mi trabajo se convirtió en algo de esclavitud al punto de estar en mi casa solo cuatro/cinco horas al día que era el momento en que dormía.
Por lo que renuncie, pero al atrasarme tanto en mis estudios por culpa del trabajo eso también consumió mi tiempo.
Voy a tener un mes para mi y estar libre de todo, asi que espero puedan comprender.
Voy a hacer lo posible por actualizar lo que mas pueda en este tiempo.
Lxs quiero, gracias por el apoyo.❤✨

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