El Ángel: Médico... Dientes y engranajes [The Angel: กาวน์หมอ...ฟันเกียร์]

PRÓLOGO

Un año antes.

25 de diciembre de 2019

Navidad.

En este mundo, ¿cuántas personas están destinados a proteger a sus amos? No lo sé. Ni siquiera sé qué habilidades tiene cada uno. Pero alguien me enseñó a reconocer a un ángel. Esa persona me dijo que el ángel me daría valor y me ayudaría en momentos de peligro.

Hueh, hueh, hueh...

—¡Ying!! ¿¡A dónde crees que vas!? ¡Detente ahora mismo!

En una noche en la que la gente estaba celebrando la Navidad, mis pies debían correr para escapar de una persona malvada, como si mi vida dependiera de ello. Pero cuanto más corría, más sentía que la persona que me perseguía se acercaba cada vez más.

Hueh, hueh, hueh...

Tengo que huir más lejos, aunque solo sea un poco.

Apreté mi teléfono con fuerza y recé a mi ángel. Sabía bien que no tenía escapatoria y que no habría un mañana para alguien como yo. Pero solo pedía un segundo para poder decirle a alguien lo mucho que sufría huyendo de la muerte.

No tenía sentido avisar a la policía. Para cuando llegaran, yo ya habría desaparecido del mundo, y no podría enviar un mensaje a nadie.

—¡Te dije que te detuvieras!

Pensé que ya no podía esperar más. Intenté enviar un mensaje de texto con una imagen del ángel a alguien en quien confiaba para que entendiera el significado de la imagen, ya que él la había dibujado para mí.

(Enviando imagen...)

Sonreí ampliamente entre lágrimas, aunque mis piernas apenas tenían fuerza. Pero un segundo después, abrí los ojos con sorpresa cuando la imagen fue enviada a la persona equivocada.

—¡Maldición! ¡Ese es el número de Pai San!

El nombre de mi hermano "Pai San" estaba justo al lado del de la persona a la que quería enviar la imagen.

—¡Yining! ¡Esta vez no podrás escapar de mí!

—¡Aaaah!

¡Thump!

Sentí un fuerte golpe en la cabeza con un bate de béisbol desde atrás, cayendo al suelo junto con mi teléfono, que quedó a solo un centímetro de distancia de mis dedos. Era casi imposible alcanzarlo debido a la intensa hemorragia de mi cuerpo.

Entreabrí los ojos y vi la sonrisa malévola de la persona que me miraba con desprecio. No podía creer que vería el rostro de un demonio en esta persona.

¡Thump! ¡Thump! ¡Thump!

—¡Ugh! ¡Argh!

—¡Es mejor que alguien como tú muera! —El bate de béisbol golpeó mi cuerpo repetidamente. El dolor insoportable se transformó en una sensación de entumecimiento, casi no podía sentirlo.

Cuando mi consciencia comenzaba a desvanecerse, me arrastraron hasta el borde de un acantilado. Lo que la otra persona me susurró me hizo querer escapar desesperadamente de la muerte.

—No te metas... con mi hermano. Pai San no es Pin... —Fue lo último que pude hacer por mi hermano antes de ser empujada al vacío.

Aunque el mensaje no salió como esperaba, consideraré que transmití la buena suerte en la que creo a mi hermano, para que el Ángel lo proteja para siempre...

Un año después

12 de septiembre de 2020

Nacer como humano es una gran fortuna. Lo creo porque no hay nada que los humanos no puedan hacer. Realmente lo creo.

—¡Hup! —Pero no es mi caso. ¿O acaso no soy humano? Puedo hacer cualquier cosa, como levantar objetos pesados o practicar deportes, pero esto se me resiste, y estoy seguro de que debe haber otras personas con el mismo problema que yo.

—¿Por qué es tan difícil de abrir? Espera a que me case con la hija del dueño de la fábrica de refrescos. Haré que cambien las tapas de rosca por abre fácil, o que produzcan un abridor especial para estas botellas.

Sí... No puedo abrir una botella de refresco, y en toda mi vida nunca lo he logrado.

—¡Hup! Ya no voy a beber esto más.

Pero quejarme no sirve de nada, porque al final siempre termino comprándolas. Mi hermana me ha dado una cuota que me permite beber una botella pequeña de refresco por semana. Antes solía beber tanto refresco que mi madre y mi hermana se quejaban de que mi estómago se iba a arruinar. Así que el refresco es como un regalo que recibo cada lunes. ¡Pero es frustrante que no pueda abrirlo yo mismo!

—¿Por qué está tan apretada?

Si preguntas por qué no bebo en lata, es porque la sensación no es la misma. Para mí, en botella sabe mejor, especialmente si está bien fría, casi congelada. ¡Es lo mejor!

—Uff... ¡Estoy harto de esto! —Me quedé allí, con los hombros caídos, apoyado en la barandilla del pasillo que conecta la facultad de contabilidad con la de ingeniería, totalmente desanimado.

Ah, cierto. Mi nombre es Pai San. Estudio ingeniería y soy el presidente de mi generación, el más guapo de la facultad. Lo digo porque lo puedo garantizar por las chicas de otras facultades. Cuando me ven, siempre gritan y me han dado el apodo de "Pai San, el mejor novio". Pero mis amigos de la facultad me llaman "Pai San, el mejor esposo".

¡Es un fastidio!

Todavía me pregunto por qué soy el presidente de la generación, si nadie me respeta.

—He visto que llevas rato intentando abrir eso. ¿Quieres que te ayude? —dijo alguien.

¿Quién?

¿Quién es este tipo? ¿Por qué su aura de protagonista es tan intensa? Su voz suena suave y profunda. Su rostro es increíblemente atractivo, pero su comportamiento cortés contrasta con su apariencia, y no puedo evitar mirarlo fijamente. ¿En qué agujero he estado metido que nunca antes lo había visto?

—¿Escuchaste lo que dije?

—Sí... te escuché —le dije, entregándole la botella de refresco para que la abriera. Cuando sonrió, mi corazón comenzó a latir más rápido. Honestamente, nunca me había pasado esto antes.

¿Esto es lo que llaman enamorarse?

¡Pop! Ssss~

—Aquí tienes.

Lo abrió... ¡abrió la botella de refresco! ¿Cómo puede ser tan hábil? Estuve casi diez minutos tratando de abrirla, y este tipo lo hizo en un segundo.

—Oye, ¿estás bien? —Me dio una palmadita en el hombro para sacarme de mi ensimismamiento.

—Ah, sí. Gracias. Muchas gracias.

—No hay problema. Me voy.

Tuk... tuk... tuk.

Ese no era el sonido de sus pasos alejándose, sino el de mi propio corazón a punto de estallar. ¡Qué tipo tan guapo, cool, elegante y encima sabe abrir botellas de refresco!

¡Mamá! ¡Este es el indicado para mí!

#FolkPai