El Ángel: Médico... Dientes y engranajes [The Angel: กาวน์หมอ...ฟันเกียร์]

CAPÍTULO 5

(Parte de Folk)

La respiración regular de la persona a mi lado indicaba que ya estaba profundamente dormido. Alcancé el abrigo en el asiento trasero y lo coloqué sobre él, ajustando la temperatura del coche para que no estuviera demasiado frío.

Su rostro enrojecido por el alcohol y sus labios carnosos capturaron mi atención. Antes de darme cuenta, mi rostro ya estaba acercándose al suyo.

¡No! Mantén la compostura, Folk.

Antes de esto, ya había salido del bar con una chica atractiva de la facultad de Escritura. Pero al enterarme de que Pai estaba bebiendo allí, volví. Además de Yo y Nof, había otros dos compañeros de clase que no conocía. No sabía cuán cercanos eran con Pai, así que observé desde lejos en la barra. Me molestaba ver lo cercano que era con ellos.

En serio, Pai no debería estar abrazando a sus amigos así. ¡No es lo que hacen los amigos! Ni siquiera yo, siendo cercano a Ryu, me abrazaría así con él. ¿Y ese tipo? ¿Era realmente cercano a Pai? ¡No lo creo!

Desde que nos conocimos hace casi dos meses, no solo Pai ha mostrado interés en mí. Yo también estoy interesado en él.

Le dije a sus amigos que se fueran antes. Luego, fui a buscar a Pai en el baño. Me preocupaba mucho. Nunca lo había visto tan borracho. Sabemos que los estudiantes de ingeniería beben mucho, pero esta vez Pai estaba realmente pasado.

—Pai, hemos llegado —le di un toque a su hombro, pero seguía profundamente dormido. Así que lo cargué hasta mi apartamento, cinco pisos más arriba.

Sí... Lo que quiero decir es que vivimos en el mismo edificio. No he traído a otros aquí, como Pai pensaba. Por eso pude encontrar el lugar la primera vez que Pai me dio su dirección.

—¡Ah! Me lastima los ojos —Pai enterró su rostro en mi cuello cuando la luz del apartamento lo molestó. Sus brazos se estrecharon más alrededor de mi cuello, protestando por la molestia.

"Adorable".

Llegamos a mi apartamento y lo coloqué suavemente en la cama de mi habitación, un lugar privado donde nunca he dejado entrar a nadie. Aunque salgo con mucha gente, nunca he llevado a nadie a mi dormitorio.

—Es adorable cuando duerme. No sé qué travesuras hará cuando despierte.

Le he dicho a Pai muchas veces que se mantenga alejado de mí y escuche a sus amigos. No quiero que se decepcione conmigo. Pero siempre lo veo en mi línea de visión. A veces, cuando desaparece, soy yo quien lo busca.

Está tan cerca que me he acostumbrado a su presencia.

—No me molestes. ¡Quiero dormir!

No sé cuándo Pai comenzó a interesarme. Ese chico rudo de ingeniería que no podía abrir una botella de refresco, frustrado al punto de casi tirar su cosa favorita, pero al final, intentaba abrirla de nuevo hasta que sus manos estaban rojas. Era tan entrañable que me hizo detenerme.

Luego están sus intentos de fingir estar borracho para que lo lleve a casa, lanzándome miradas para llamar mi atención. No podía evitar acercarme, pero al final, ni siquiera se atrevía a mirarme directamente. Incluso usaba bromas tontas para coquetear, y funcionaba porque siempre me hacía sonreír.

Lo admito... me gusta...

Click, click~

Tienes un nuevo mensaje.

—Mmm... ¡Ya basta! ¡No me molestes! —Parecía que el teléfono problemático de Pai había recibido un mensaje. Se movió inquieto, sacó el teléfono de su bolsillo y lo lanzó descuidadamente a un lado.