María buscaba algunos manteles para la boda de Dolores aunque a decir verdad no había muchos lugares a donde ir, específicamente solo había un local dedicado a estos por lo que se dirigió allá lista para escoger el color crema que le encargaron.
- Así que pronto será la boda- preguntaba la señora encargada mientras enrollaba el pedido.
- Sí así es, recuerden que todos están invitados - respondió alegremente.
- Con mis hermosos manteles apuesto que todo se verá de maravilla- farfulló
-jeje o por cierto ¿Usted hace todo los manteles?-
-¡Claro! desde el rasurado de mis ovejas hasta el telar- pronunció orgullosa.
- Eso es genial ¿Y nunca trae de otros lugares?-
La mujer puso una cara despistada. -¿Otros lugares? Te refieres ¿De otras familias del pueblo?-
- No no, hablo de de importar ya sabe de otros estados, pueblos o países.-
La mujer aún no caía en cuenta. -No entiendo a qué te refieres-
- amm ¿Fuera de las montañas?-
Sorprendida la mujer la silenció -Oye niña deberías de dejar de hablar de ello- Advirtió en voz baja.
-¿Qué es lo qué sucede?- respondió en el mismo deje.
- ¡Bien! Aquí está tú pedido no es nada es un regalo de boda de mí parte, bueno adiós- apresurada y con una sonrisa extraña se metió a la parte posterior del local.
María no entendía el absurdo comportamiento de la vendedora, le pico un poco el interés así que fue con otras personas del pueblo a preguntar sobre el exterior.
-¡No sé de qué hablas!-
-¿Exterior?-
-Shhh no se habla del exterior.-
- Tonterías, aquí nacimos y aquí moriremos-
- Jamás hemos salido del pueblo-
Fueron algunas respuestas que obtuvo en el pueblo, sus sospechas fueron con ello acertadas, el exterior era un tabú.
Aún no se daba por vencida así que fue con el sarcedote del pueblo, como confesor del lugar debería saber un par de cosas ¿No?
Entró a la iglesia percinandose presurosa al frente de la figura divina, caminó hasta el fondo del solitario lugar y ahí estaba el sarcedote de rodillas rezando en silencio, en cuanto la sintió dejó aquello para recibirla.
- María que gusto verte hoy ¿Sucede algo?-
- Sí bueno yo... Quería preguntar sobre sobre, el exterior-
-¿Exterior?-
- Sí, más haya de las montañas- declaró.
Entonces la mueca del hombre se tensó un poco.
-María no creo que debamos de hablar de eso-
-¿Qué por qué?- abrazó la bolsa con los manteles.
- No sé habla del exterior-
-Pero padre yo vengo del exterior-
Entonces el sarcedote suavizó su carácter. -ya veo... Yo también vengo del exterior al igual que Don Agustín- confesó.
-¿El papá de Mirabel?-
-sí, mira ven- entonces la guío a una de las tantas bancas de la iglesia. Ambos se sentaron. - Este lugar está custodiado por la magia del milagro de la velita, como sabes hace mucho está gente fue desplazada-
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El Pecado De Un Camaleón (En Pausa)
FanficÉl siempre había hecho varias travesuras, hacerse pasar por otras personas y hacer bromas con ello. Bruno tenía a María de 19 años, su prometida. Las cosas marchaban bien para la familia pero un mal episodio en la vida de Camilo le haría transformar...