800 años de historias que contar

II

Cada vez que mira a Hua Cheng, Xie Lian no puede evitar pensar en lo mucho que lo ama, en lo mucho que lo desea.

Hua Cheng cortando leña para el invierno es un espectáculo que solo reserva para sus ojos. Lo mire como lo mire Hua Cheng es perfecto, muy guapo y atento, de solo pensar en sentirse así por alguien más hace años diría que es un imposible.

Las noches que pasa en compañía de Hua Cheng, no deja de retorcerse ante el más mínimo roce de los dedos de éste, se siente tan feliz de sentirlo en su interior y cuando finalmente son uno ser llenado por la esencia del otro. El rostro de Hua Cheng durante y después del sexo es algo de lo cual se siente tan afortunado de ver, casi le hace rezarle a algún dios por tal perfección. Aunque Hua Cheng asegure que Gege luce más excitante que el gimiendo bajo su cuerpo.

En sus suspiros risueños Xie Lian piensa en lo que Hua Cheng ha dicho noches atrás.

Mientras lo ve cortando madera, piensa: "Me gustaría también tener esa vista de San Lang".

Está embobado que casi se le quema la comida, aunque el sabor a quemado según Hua Cheng le da un toque único.

Xie Lian durante su comida no deja de ver a Hua Cheng, cada uno de sus gestos y movimientos. Hua Cheng sabe que Xie Lian le observa con atención, con el deseo reflejado en sus ojos. No hace más que sentirse halagado y emocionado por tener la atención de Gege.

Xie Lian toma por sorpresa a Hua Cheng cuando le besa como si no pudiera contenerse más. Hua Cheng le corresponde.

Las túnicas comienzan a decorar el piso de a poco.

Hua Cheng decide esta vez en lugar de recostar a Xie Lian sobre la cama, es él quien atrae a su alteza entre sus piernas.

- ¿San Lang? - Xie Lian está algo ansioso y confundido.

- Gege no puede ocultar cuánto me desea, me siento tan feliz - le besa - Por eso quiero que Gege también tenga todo de mí. Estoy más que feliz de que su alteza se una a mí.

Xie Lian no puede evitar tragar algo de saliva, el más que nadie sabe cuánto puede doler la primera vez, sabe que Hua Cheng ha Sido muy amable con él, pero igual la primera vez es algo incómoda, piensa en que Hua Cheng es un experto, el no tanto.

-Gege no debe dudar, lo hará bien.

Xie Lian gana algo de confianza con eso. La imagen que Hua Cheng le presenta en este momento ahí dispuesto a recibirlo es más que suficiente para que se excite y la erección en su entrepierna se endurezca aún más.

Usando su conocimiento con base a los pasos que ejecuta Hua Cheng, cuidadosamente le prepara, siente que el interior de Hua Cheng es cálido a pesar de ser un fantasma.

Cuando compara su pene con el de Hua Cheng piensa que hay una diferencia de tamaños memorable, se siente algo avergonzado, pero Hua Cheng le hace saber que Gege es perfecto para él.

Xie Lian pretende hacerlo lo mejor posible pero no puede evitar estar algo indeciso al respecto con su poca experiencia en este lado.

Hua Cheng al ver la indecisión del otro solo le atrae, toma su rostro y lo besa para que se introduzca de a poco en su interior ansioso.

Hua Cheng se revuelve bajo su cuerpo al sentirlo dentro. Para Xie Lian esto es nuevo, es muy placentero, comienza a moverse arrancándole gemidos a Hua Cheng, la vista es claramente maravillosa, no puede evitar moverse más rápido, solo piensa en sentir más de Hua Cheng, escuchar más de él, y entonces llenarle con su esencia.

Para ser su primera vez adentro no sabe si lo ha hecho bien pero no ha necesitado mucho para venirse, el simplemente no ha podido contenerse, Hua Cheng parece que también se ha corrido para su alivio.

Hua Cheng le invita reposar con él. Busca salir con cuidado, entonces se percata de que el cuerpo de Hua Cheng está algo transparente. Es como aquella vez...

De inmediato entra en pánico.

- ¡San Lang!

- Su alteza no debe preocuparse. Estoy bien.

- P-pero si estás...- Xie Lian no entiende que ha pasado por qué Hua Cheng se desvanece.

- La esencia de Gege es maravillosa, siento que purifica cada parte de mí, pero me recuperaré pronto.

Xie Lian no entiende. Hua Cheng se ha hecho mariposas plateadas frente a él.

Pero eso no le pasa a él cuando recibe la esencia del mal, no le afecta de esa manera...

A la semana vuelve Hua Cheng como si nada. Xie Lian se lanza a sus brazos.

- No volveré a hacerlo - dice Xie Lian ligeramente angustiado.

- Gege, estoy bien.

- No quiero que nada te pase San Lang. Solo quiero que la esencia del mal esté en mi entonces.

Hua Cheng no sabe cómo responder a eso sí Gege se lo pide...