Físico.

Capítulo 1.

-Oye Emma, ¿y Valeria?

Ya es la segunda vez que nos dice que no puede llegar a la hora de siempre. Y esto ya preocupa. Y más en Valeria.

- Pues no tengo ni idea... Esperamos unos 5 minutos o así y, si no viene, la llamamos o algo.

- ¿No te parece raro?

-¿El qué?

La verdad es que si sabía lo que me decía, pero no quería hablar de ello. Valeria es una de esas chicas que nunca llegan tarde a nada... Y me está empezando a preocupar.

- Pues esto... Que Valeria, nuestra Valeria, llegue tarde ya por segunda vez.

- A lo mejor su madre le ha dicho que tiene que hacer algo, como ayer.

- Bueno... Pensándolo mejor, podría estar con su madre o con Adri...

- Eso, con Adri también podría estar.

-¡Mira! ¡Por allí viene!

Conforme se iba acercando, se distinguía en su rostro amargura, pena. Pero de repente sonrió.

- ¡Hola chicas! Perdón por llegar tarde...

- No te preocupes, ya está olvidado.

- ¿Seguro?

- Seguro.

Rocío y yo ya estamos bastante acostumbradas a hablar a la vez, pero aún así las tres que estamos allí estallamos a carcajadas. En verdad lo hemos dicho de una manera muy graciosa.

-¿Vamos a...?- pregunta Valeria muy decidida.

-¡No tienes ni que decirlo!- la corto yo.

Y acto seguido echamos a andar. Nadie sabe de ese sitio excepto nosotras y los chicos que, por cierto, ya tienen que llevar allí un rato.

Llegamos en menos que canta un gallo, y efectivamente allí están los tres de siempre en el sitio de siempre.

- ¡Hombre! Las tardonas. - dice Dani con cierta cara de enfado.

- Lo sentimos... Hemos tenido que hacer unas cuantas cosas.- digo yo haciendo que Valeria me mire. Le guiño un ojo. Ya llevo dos días diciendo lo mismo por no echarle las culpas. Al fin y al cabo nadie la tiene.

- Bueno... Os perdonamos a cambio de algo.-contesta mi primo Héctor, con su cara maliciosa. Me he criado con él como si fuera el hermano que nunca tuve ni tendré, así que conozco todas sus facetas faciales.

Y pienso. ¿Qué querrán estos ahora? Decir que son un tanto cabrones sería quedarse cortos. Son y seguirán siéndolo.

- Mirad.- empieza a hablar Dani. - En el otro lado de la ciudad hay una banda. Los llamados "Víboras". Bueno, pues puede ser que nosotros nos coláramos, un día de estos aburridos, en una de sus bases.

Para entonces yo ya lo había pillado. Problemas con esos tales "Víboras". Verás tu lo que piden...

- Y...- prosigue Adri.- Nos robaron el amuleto...

-¿QUÉ?- saltamos las tres a la vez.

Os contaré la historia del amuleto. Y es que hace dos años nos metimos en la casa de un anciano que nunca salía. Era demasiado misterioso. Queríamos saber por qué no quería caminar al aire libre.

*Flashback* Dos años antes...
Adrián, como siempre, es el último en entrar en la casa. Llevamos tres días entrando y todavía no conseguimos acercarnos al solitario anciano. Pero hoy sí. Hoy sí que sí.
Héctor va delante, yo voy detrás de él. Sé que si pasa algo él me protegerá. Dani va detrás mía. He de confesar que me gusta, porque hace ya un tiempo que estoy coladita por él... Pero eso es otra historia. Ro va detrás de él y por último se colocan Valeria y Adrián. Siempre vamos así. ¿Costumbre? Lo más seguro.