junio del 2016
—No lo odies.
—No lo odio, solo que no me agrada, y me encantaría atravesar su estúpida cabeza castaña con una de mis flechas.
—Mérida... —se queja el rubio. Ambos se encontraban en la sala de espera de la familia Haddock—. Sé amable.
—Me sorprende que no hayan mandado a un mayordomo a vigilarnos.
Jack estaba a punto de quejarse del comportamiento de su amiga, pero Hiccup ya estaba en la sala con su bolso café y un pequeño gato negro en brazos. Al verlo, Jack sonrió, mientras que Mérida solo rodó los ojos, cansada; no era fan de la familia Haddock.
—¿Desde cuándo lo tienes? —preguntó Jack, refiriéndose al gato mientras lo acariciaba. Mérida se acercó para verlo.
—Mis padres me dejaron adoptarlo. Lo encontré camino a la oficina de mi padre —respondió Hiccup. Mérida observó al animal, un gato negro cachorro con unos ojos muy verdes, tan verdes como los de su dueño—. Mira, no tiene una pata —añadió inocentemente.
—Como tú —agregó Jack, haciendo que Hiccup asintiera feliz—. ¿Cómo se llama?
—Chimuelo.
—Lindo nombre... —dijo la niña con tono burlón—, chico dragón. —Tanto su polo como su bolso tenían dibujos de dragones, lo que incomodó un poco al chico.
—Hiccup Haddock —se presentó. Mérida tomó su mano a modo de saludo.
—Lo sé, soy tu vecina desde ... siempre. Aunque claro, tú y tu hermana nunca respondieron a mis saludos —dijo, dejando claro que no le agradaba y quería que él lo supiera—. Me llamo Mérida.
—Soy algo tímido —sonrió Hiccup un poco, intentando calmar el ambiente, pero Mérida lo miraba con seriedad—. Lo siento, Mérida.
—Ser tímido no te hace maleducado —replicó, haciendo que Hiccup bajara la cabeza, algo avergonzado. Jack tosió para llamar la atención.
—¿Quieres ver cómo Mérida atraviesa cosas con sus flechas? —preguntó, señalando el carcaj de su amiga.
—¿Crees que es un buen lugar para Chimuelo? —preguntó Hiccup, asustado al imaginar a su gatito en un lugar donde se dispararían flechas afiladas.
—Créeme, chico dragón, él será el más seguro ahí —dijo Mérida con un tono ligeramente amenazante—. Los veo afuera.
06: DUNBROCH
Mérida era la presidenta de las mujeres, un puesto que le había sido cedido por Elle Woods, quien fue su mentora en el primer año. Muchas de las chicas ahora aceptaban a la pelirroja y la respetaban como líder, pero no siempre fue así. En su primer año, debido a un error, Mérida se convirtió en el blanco de las burlas y terminó siendo el saco de boxeo de varias chicas. Sin embargo, esa experiencia la hizo más fuerte y endurecida. Aunque Mérida siempre había sido fuerte de carácter, tenía una extraña tendencia a querer ser amiga de todos, confiando en personas en las que no debía.
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the society (The Big Four)
FanfictionSaint Clare es conocido por su discreción, nada que pase dentro de la institución es del conocimiento del público (Aún con las redes sociales en su máximo apogeo). Ahora los fetos se han convertido en los líderes, con ello vienen mayores responsabil...