Capítulo 11. Planeando el futuro.

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La confusión era total. Podía observar una chica durmiendo a su lado dándole la espalda. ¿Qué había pasado? No recordaba nada de lo que había ocurrido después de ver a Sharpener e Iresa juntos. Intentó incorporarse pero le dolía mucho la cabeza por lo que volvió a tumbarse en la cama.

-Por Dende, ¿dónde estoy? – dijo frotándose la frente – Por favor, que esta chica sea Videl...

El joven saiyan se inclinó un poco para poder ver el rostro de la chica a su lado. A pesar del enorme mareo que sentía consiguió mirar por encima de ella.

Videl dormía plácidamente con una sonrisa en el rostro. Gohan sintió un enorme placer al ver a la chica, tenía miedo de haber hecho alguna tontería.

-No puedo beber más alcohol en mi vida, no estoy acostumbrado a esto...

Un sonido proveniente de Videl avisó al chico de que la luchadora de la justicia había despertado. Por un momento, la chica parecía estar desorientada pero se giró para encontrarse con Gohan mirándola.

-Buenos días, Gohan – dijo Videl estirándose en la cama. - ¿Cómo te encuentras?

-Mareado... ¿Qué pasó anoche? ¿Qué hago aquí? – preguntó el saiyan aturdido

-¿No recuerdas nada? – preguntó la chica sorprendida

-Recuerdo hasta que vimos a Sharpener e Iresa, y luego ver a Rick que me ofreció una bebida.

-Ay cariño, puedes ser el hombre más fuerte del universo, pero eres muy pequeño para otras cosas – dijo Videl abrazándolo en la cama. – Déjame que te cuente.

Flashback.

-No sabes cuánto te quiero, Videl. Solo con mirarte sé que eres la mujer de mi vida. No he conocido muchas mujeres pero tu mirada es la única que me cautiva, eres perfecta. Te amo – decía Gohan con la cabeza recostada en el pecho de Videl aún en la fiesta.

-Oh, pobre Gohan, no está acostumbrado a beber, y con tres bebidas se ha puesto así. Incluso bebido es tan mono y tan tierno – dijo Iresa mirando al chico con cariño que se encontraba con los ojos cerrados.

-Pobre imbécil, debería tener más cuidado, no todos son tan resistentes como yo... - dijo Sharpener recibiendo la mirada de las dos chicas – Bebiendo digo.

-Tendré que llevarlo a casa, no está en condiciones de volver a la suya, mi padre estará durmiendo y no se enterará. Nunca permitiría que metiera un hombre en mi cama – dijo Videl. – ¿y vosotros dos? ¿Qué ha pasado?

-Em... No sé de qué me estás hablando – dijo Sharpener ruborizado – No sé qué has visto Videl, ¿has bebido?

Videl rio ante tal respuesta y miró a su amiga guiñándole un ojo. Miró su reloj, era las 6:00 am, era hora de ir volviendo a casa, además estaba muy cansada y Gohan ya dormía plácidamente en su pecho.

-Ayudadme a llevarlo, por favor. Tiene el coche aparcado ahí fuera. – dijo Videl.

-Yo lo conduciré – dijo Sharpener.

Los tres chicos salieron de la Preparatoria mientras Videl y Sharpener llevaban a Gohan entre los dos. Llegaron al coche aparcado una calle más abajo y metieron a Gohan en los asientos de atrás y Videl se sentó con él. Ambos rubios se sentaron en los asientos de delante, encendiendo el auto.

-Destino: Mansión Satán – dijo Sharpener antes de pisar el acelerador.

En cuestión de unos minutos ya se encontraban frente a la entrada de la Mansión. Videl se negó a que la ayudaran a cargar a Gohan desde ahí hasta dentro. Se despidió de ellos, quienes se marcharon caminando, mientras que ella cogía a Gohan e iniciaba el vuelo hacia su balcón. Sus amigos conocían que era capaz de volar pero tampoco había que mostrarlo así como así.

Sombras del pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora