25- April.

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April Adams.

Veo mi reflejo en el espejo, ahora es extraño. Diferente pero el tipo de diferente como cuando comienzas a crecer y mejorar.

Ayer Alam me llevo con una psicóloga, me sentí mejor al hablar con ella, me entendía, además de que me ayudo comprender que lo que sucedió no es culpa mía.

También a no minimizarlo, dentro de mi sigo creyendo que pudo ser peor, claro que podía serlo, pero no por eso me debería sentir menos afectada. Aun sigo descubriendo como sentirme al respecto, sigo analizando las cosas, o sea, fue como abrirlo ojos, hay mujeres siendo violadas, maltratadas, incluso hombres y ahora está muy presente.

Decidimos no contarles a nuestros padres, no queríamos ponerlos nerviosos, ni hacerlos pasar por esa situación.

Me gusto que fuera Alam que me llevara, si, tal vez soy más cercana Anyel pero me sentía más a gusto hablando sobre lo que sucedió con Alam.

Me levanto de la silla en la que reposaba y salgo de la habitación.

Hoy por fin es mi cumpleaños, se supone que debería estar en la escuela pero no he asistido en toda la semana, creo que regresare la siguiente, le explique a Arya porque necesitaba los días libres. Ella dijo que me les diría a los maestros que me encuentro enferma.

No creo que mis padres sepan que no estoy asistiendo, suelo salir en el horaria normal y regresar cuando estoy segura de que no estarán. Hoy hay una gran excepción porque me permitirán faltar debido a mi cumpleaños.

Al bajar a la primera planta en la mesa hay pequeño pastel redondo con el numero dieciocho encima, mi padre se apresura a encender las velas mientras me acerco.

Ellos comienzan a cantar la canción que tal vez sea la más famosa de todos los tiempos "Cumpleaños Feliz"

Sonrió grandemente y me acerco a soplar las velas, el pastel aun siendo pequeño tenia dieciocho velas pequeñas, sin esfuerzo alguno logro apagarlas.

—April, ya puede ir a trabajar— grita Anyel con burla.

Lo mire con una expresión de fastidio y casi le lanzo el tenedor que me acaba de pasar mamá.

—Enserio copia, dices eso, que teniendo edad no conservas un trabajo ni una semana— se burla Alam.

Sonrió y lo miro con burla.

El rostro de Anyel se torna rojo en cuestión de segundos, odia que Alam lo llame copia, desde que puedo recordar el odia es sobrenombre.

—La pequeña copia esta por estallar— lo incita Alam mirando desafiante.

Para ser sincera, no se sabe cual de los dos es la copia, Alam se suele burlar porque según mamá el es mayor por unos minutos pero papá dice que Anyel es mayor por unos minutos, aunque obviamente a Anyel y Alam le creen a mamá, yo creo que es un misterio que tal vez nunca resolvamos.

—Vete al demonio— sentencia Anyel saliendo furioso.

Ladeo la cabeza con fastidio y voy detrás de Anyel que parece un niño en una gran rabieta.

Lo sigo hasta su habitación y logro entrar antes de que cierre la puerta con violencia. Mientras más grandes se volvían mas le molestaba a Anyel que Alam lo llamara copia.

—¿Por qué te molesta tanto que te llame copia? — cuestiono con curiosidad.

Siempre ha intrigado la respuesta, no veo la razón para que se ponga de esa forma tan agresiva, se torna rojo con un tomate, es como si fuera el peor insulto que pudieras utilizar en su contra.

Por Él ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora