Ya tenían todo listo, cunas, habitación para las niñas, juguetes, y toda la casa con protección para bebés. Hanan oficialmente ya no era parte de pandillas, sus esposos, por su parte, seguían en eso, bajo el trato de que siempre volverían sanos y salvos a casa.
Ese día, el cielo estaba soleado, los cerezos de las calles estaban repletos de flores. Y Hanan oía su canción favorita "Lucky" de twice.
Y pensar que sería un día doloroso para los Haitani.
- ¿Vendrás por mi, Ran?.- Preguntó una voz femenina en la otra línea. Llevaba nueve meses de embarazo, y en dos días sería la fecha del parto, estaba ansiosa, no podía quedarse quieta, por lo que había salido de compras, sola.
- Claro que sí, no dejaría a mis tres chicas solas.- Bromeó el recién nombrado en respuesta. Hanan mantenía un matrimonio poligamico con Ran y Rindou Haitani, además de eso, estaban a la espera de tener dos niñas.
Dos niñas, una de cada uno...casos tan raros, para una pareja de por sí extraña.
Rindou se unió a la llamada, y hablaron los tres unos minutos, luego colgaron, tenían un "trabajo" que hacer. Hanan sabía perfectamente cuál era el trabajo de ambos, pero a fin de cuentas, ella sabía bien en que se metía, por lo que, simplemente les pedía volver sanos y salvos a casa con ella y las nenas.
Ella solía ser pandillera también, pero ya no podía pelear en su estado, tampoco podría dejar a sus niñas solas en casa. Alguien tenía que quedarse en casa, y ella no confiaba en las niñeras.
De haber sabido que ese sería su último día con vida. Hubiese pasado esos momentos junto a sus esposos...
En un instante, todo acabó para ella. Un coche la golpeó, haciendo que se golpease contra el suelo, varios fragmentos de vidrio se incrustaron en su cuerpo, pero ella todo el tiempo protegió a sus niñas, incluso si eso le costaba la vida.
- S-salven a mis bebés....por favor....- Era lo único que repetía, empezando a perder el conocimiento, con una multitud de personas rodeándola, y llamando a la ambulancia.
Lucky de twice aún sonaba en sus audífonos, haciéndose cada vez más inaudible por los daños a su teléfono.
La ambulancia llego en pocos minutos, la subieron a la camilla, y la derivaron rápidamente al hospital de emergencias. Fueron horas desesperantes, tuvieron que realizar una cesárea de emergencia para salvar a las niñas.
A partir de ahí, hicieron todo lo posible por revivir a la madre, pero, no lo lograron. Hanan murió desangrada en el quirófano.
Su alma, solamente veía su cuerpo tendido en aquel lugar, de todas las situaciones que pensaba para su parto, ninguna era como esa. El primer llanto de sus bebés, la hizo ir a verlas, eran tan hermosas... intentó acariciarlas, pero, solo las traspaso, y ellas siguieron llorando.
No podía tocar a sus propias hijas, no podía cargarlas, y tampoco podría besar una última vez a sus esposos. Le habían arrebatado todo, y ni siquiera entendía porque, había hecho todo bien.
Había dejado las pandillas, era buena persona, una esposa modelo, y una gran madre, ¿Por qué había muerto entonces?, simplemente no lo entendía.
— Rindou...Ran, en verdad lo siento...no podré volver a casa hoy.— Hanan cayó de rodillas al suelo, rompiendo en llanto. Nadie podía oírla, nadie más que uno que otro fantasma que rondaba por ahí, y aún así, jamás podrían entenderla.
La noticia llego rápidamente a oídos de todos, en especial, al de los Haitani, sus hijas habían nacido, pero, su esposa había fallecido. Pensaron que era una mala broma, incluso se rieron, y al final, terminaron golpeando a quien les dio la noticia, lo iban a matar a golpes, de no ser por Senju que intervino, diciendo que ella no querría eso.
Y tenía razón, Hanan veía con pesar la escena, intentando tomar de la mano a ambos, pero solo los atravesaba.
Nada de lo que hiciera, podría arreglar lo que su muerte cambió en ellos.
Los hermanos decidieron ir a ver a sus hijas, ahora que ella no estaba...no sabían que deberían hacer. Ni siquiera se les ocurría algún nombre.Hasta que, Rindou recordó los nombres que ella había elegido.
« ¡Ya sé!, las llamaremos Remi y Ren, cómo tú y Ran, además de que suena tierno, es muy original, no hay otro nombre por el que quiera llamar a nuestras hijas. »
Lo mínimo que podían hacer por ella, era mantener esa promesa. Y así lo hicieron, las nombraron Remi y Ren Haitani.
Hanan sacrificó su vida por la de sus hijas. Una vida, por dos pequeñas vidas, a la muerte no le pareció muy razonable, pero, aceptó, después de todo, ese ni siquiera era momento, ni el suyo, ni el de ellas.
Ella se mantuvo con los cuatro, siempre cuidaría de ellos. Siempre los amaría.Su funeral se llevó a cabo al día siguiente, los padres de Hanan asistieron. Pero no quisieron ver a las niñas, no quisieron saber nada de ellas, ni de los Haitani, todo lo que veían, era que su hija se fue por su causa.
La ceremonia termino en pocas horas, los Haitani ni siquiera pudieron llorar ahí, tenían a las niñas en sus brazos, y las miradas de odio de sus suegros. Ellos realmente no tenían la culpa, a fin de cuentas, nadie pudo ver qué eso pasaría.
Notas del autor: Y....ta dan~ espero les guste! <3 y hasta la próxima actualización, no sabía bien como describir a las niñas, así que, aquí les dejo una foto de referencia de su aspecto.
A ver si adivinan quien es hija de quién (?).👀✨👌🏻
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¿Vendrás por mi, Ran?. (Hermanos Haitani x Rayita)
Fanfic- ¿Vendrás por mi, Ran?.- Preguntó una voz femenina en la otra línea. Llevaba nueve meses de embarazo, y en dos días sería la fecha del parto, estaba ansiosa, no podía quedarse quieta, por lo que había salido de compras, sola. - Claro que sí, no dej...