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XVII.- Luz y Oscuridad

Los lobos se arrojaron al ataque al igual que los demás, los chicos de C.R.U.E.L mostraban porque eran los mejores soldados, evitaban los golpes y acababan con los zorros de manera rápida. Thomas tenía un control excelente de su magia, no era tan poderoso como Stiles pero sabía compensarlo con sus otras habilidades, Derek miró a su castaño y asintió.

Stiles corrió hasta lo profundo del bosque con Ryhs a su lado como un zorro del tamaño de un lobo, ambos corrían a una velocidad impresionante. Colisionaron contra le cuerpo de Yuki, los tres retrocedieron un poco.

- Tienes valor Mieczyslaw. No eres como los brujos que he conocido, se nota que eres un Gajos. Tu hermano también lo es pero tú eres extraordinario hasta me da pena acabar con tu vida. – sonrió – Eres de las pocas personas que han sobrevivido a ser poseídos por mi querido hermano, eres muy fuerte pero no creo que eso te alcance.

- Eres molesto, como siempre – comentó Ryhs tomando forma humana

- Basta de charlas – dijo Stiles creando una esfera de energía violeta, azul y negro lanzándola contra el zorro celestial que gruño molesto

Yuki gruñó arrojándose contra el castaño pero jamás espero que su hermano se coordinara con su maestro. Zorro y brujo se complementaban, se movían en sincronía, nada parecía afectarlos pero a pesar de todo Yuki les daba pelea. Había lastimado a ambos, Ryhs se curaba pero Stiles solo podía soportar el ardor de sus heridas.

- ¡RYHS! – gritó Stiles al ver a su zorro ser lanzado lejos y chocar contra un árbol quedando inconsciente

- Ahora solo somos tú y yo Mieczyslaw – le dijo Yuki con una sonrisa enferma

Stiles dejó que sus ojos brillaran con fuerza y se arrojó al albino a una velocidad increíble, apenas y pudo reaccionar el otro. Los golpes iban y venían, las luces de sus magias chocaban sin descansos. Sus energías estaban drenándose, apenas podían mantenerse de pie, ambos sangraban e incluso Yuki había dejado de sanar estaba igual que Stiles y ambos sentían sus cuerpos arden y desgarrarse desde dentro.

- Creo que es momento de terminar esto bola de pelos – le dijo Stiles con una sonrisa mientras la sangre de sus labios

- Acabemos con esto Mieczyslaw Stilinski – le dijo Yuki con una sonrisa para después escupir sangre

- ¡STILES!

Ambos dieron el golpe final, una luz iluminó todo el lugar. Stiles miró atrás a la manada, a su hermano, a Derek.

- Te amo

- ¡STILES!

La luz los cegó a todos.

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Stiles abrió los ojos en un espació completamente blanco, estaba cubierto de sangre pero no sentía ningún lugar.

- Creo que al final me has ganado – le dijo Yuki frente a él

- No iba a dejar que te quedarás con mi poder. El mundo no puede acabar por la codicia de una sola persona, hay muchas personas que merecen vivir como mi manada. Personas buenas que luchan por mejorar todos los días, no podía dejarlos morir por tu culpa.

- Eres una persona noble pero Mieczyslaw todas las acciones tienen consecuencias al igual que el poder

- Lo sé

- No lo sabes, no de verdad. Mi consecuencia es la muerte pero tu consecuencia no es realmente para ti sino quienes la pagaran serán ellos, las personas que amas.

Todo se desvaneció.

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Derek corrió desesperado a donde estaba Stiles, en el suelo estaba el cuerpo inerte de Yuki pero no había señales de su castaño.

- No, no, no – dijo Thomas mientras comenzaba a buscar a Stiles con desesperación - ¿¡DÓNDE ESTÁ MI HERMANO!? ¿¡DÓNDE ESTÁ MIECZYSLAW!?

- Él... él ya no está, no puedo sentirlo – dijo Ryhs en shock, sus ojos parecían vacíos y no le importaba nada

- Él no puede morir, prometimos estar juntos siempre. Apenas estábamos comenzando nuestra relación, no puedo perderlo – dijo Derek dejándose caer al suelo de rodillas

- Mieczyslaw – susurró Ryhs colocando una mano sobre su pecho mientras las lágrimas comenzaban a correr por sus mejillas

- Esto no es posible, se supone que seríamos felices – dijo Scott sintiendo como el aire comenzaba a faltarle, no podía respirar

- Dime que no es verdad. ¡DIME QUE ES UNA MENTIRA! – gritó Allyson mientras tomaba de la playera a Ryhs y las lágrimas corrían por su rostro sin parar

Los gritos desoladores y sollozos llenaron el silenció del bosque. La naturaleza también lloraba por aquel chico que tanto amaba el mundo. Esa sonrisa se había esfumado sin aviso, la felicidad parecía haber desaparecido y el sol se opacó.