pastel

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-¡¿Por qué Cartman, por qué lo hiciste?! ¡era mi pastel para mañana!
El pequeño pelirrojo sollozaba al ver que el idiota de Cartman se había comido casi todo su pastel de cumpleaños.

-¿Es necesario que llores kyle? puedes comprar otro y listo, no eres pobre como Kenny, no seas marica.

-Es que por qué tienes que ser así conmigo, siempre buscas la forma para joderme, yo te invito a mi casa para jugar videojuegos porque pensé que nuestra relación estaba mejorando pero ya veo que no es así Cartman, no tienes ni un poco de empatía ni afecto por nadie.

-Yo sólo quería pastel. Bajó la mirada el gordo.

-Sólo querías joderme, eso querías, mis papás no me comprarán un nuevo pastel y ese era mi favorito.

-No todo puede ser siempre como quieres, tienes que aprender a compartir un poco judío. Eric rodeó a Kyle dispuesto a abandonar la casa.

-¡Te odio Cartman, no puedo expresar cuánto te odio!
Gritó Kyle mientras el gordo ya se iba caminando por la nieve.

Al ver todo su pastel destrozado, no pudo evitar soltar un par de lágrimas, era su día especial, y cartman lo había arruinado como siempre y además lo había llamado marica llorón. "Quizás soy un marica llorón" pensó Kyle, odiaba ser tan frágil sentimentalmente, pero también era rencoroso y esta no se la iba a perdonar a Eric Cartman.

Por su parte Cartman, rumbo a su casa comenzó a sentir un sentimiento muy extraño, un sentimiento que tan pocas veces se revelaba en él, que era casi imposible de descifrar. Culpa, Remordimiento.
Intentó cambiar la perspectiva de sus malos actos como siempre lo hacía pero esta vez no funcionó, pensar en las lágrimas de Kyle realmente le hizo sentir una presión en el pecho, había sido su culpa.

"Pensé que nuestra relación estaba mejorando." Mierda, de verdad Kyle pensaba eso, que mierda.

-No necesito amigos. Pensó en voz alta Cartman para intentar auto convencerse y quitar ese maldito sentimiento de culpa. Pero no se fue, así que Eric de inmediato pensó en comprar otro pastel, era una idea perfecta ¿No?

-¡Claro que no lo es Eric! ¿Todo lo solucionas con dinero? Volvió a pensar en voz alta.

-Mierda cállate maldito lado bueno.

En realidad era una mala idea, comprarle un pastel barato del supermercado no iba a solucionar nada. ¿Tal vez hacerlo?...

El castaño sonrió de inmediato, ya tenía la idea y además le gustaba cocinar. Quizás era una idea marica pero a quién le importa, Kyle siempre valora esas cosas ñoñas y maricas.

Después de haber ya comprado todos los ingredientes, los puso con cuidado sobre la mesa, buscó una receta en internet, y de paso puso canciones de lady gaga.

Después de un largo esfuerzo y de terminar de cocinarse en el horno, Cartman le escribió "Feliz cumpleaños Kahl" con una manga pastelera, la verdad quedaron muy feas las letras pero la carita feliz que dibujó al lado quedo un poco mejor.

Sonrió para si mismo y guardó el pastel en el refrigerador para mañana.

La culpa se había ido, casi del todo, necesitaba la aprobación de Kyle. La noche pasó rápido y a la debida hora Cartman se dirigió al cumpleaños del judío, con el pastel en sus manos.

La música se escuchaba ya desde una cuadra de lejos, la debían estar pasando bien, por supuesto él no estaba invitado, pero ¿Realmente importa?
Tocó la puerta y abrió el cumpleañero -¡No estás invitado gordo idiota de mierda, mueve tu culo gigante lejos de mi fiesta!  Dijo sin todavía darse cuenta de lo que el gordo tenía en sus manos.

-Espera Kyle... yo, te hice esto. Habló rápido y bajito, un poco avergonzado de haber hecho un acto bondadoso. Kyle vió el pastel y se sorprendió, no se lo esperaba en lo absoluto.

-¿De verdad, lo hiciste?, ¿por qué?, tanto te importaba venir a mi fiesta o está envenenado con algo raro?-

-Culpa.

-¿Cómo?

-Sentí culpa de hacerte llorar y comer tu pastel ayer así que cociné este para ti, no tiene nada raro, podemos ir a la cocina y lo pruebo para que me creas. Sonrió Eric un poco avergonzado aún, Kyle tenía motivos para desconfiar.

-Cartman... esto es, tan dulce de tu parte- sonrió Kyle -Muchas gracias, y te quedó... bonito. Mintió frunciendo el ceño, pero la intención es lo que cuenta.

Después de comprobar que el pastel no estaba intoxicado, Kyle le dió un fuerte abrazo al gordito.
-¿Ves como eres un buen niño cuando quieres? Kyle acarició su mejilla y su cabello, Eric se puso casi como un tomate.

Mierda, las cosquillas raras de nuevo.

-Vamos a Bailar para que veas que los judíos tenemos más ritmo que los gordos. Kyle agarro la mano de Cartman para llevarlo a la sala.

-¡Los judíos no tienen ritmo y además yo no soy gordo, soy fuertecito!

Kyman One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora