~𝐿𝑢𝑛𝑎 𝑟𝑜𝑗𝑎 - 𝑆𝑝𝑎𝑟𝑡𝑜𝑟~

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Después de unas 2 horas al fin llegaron a ese edificio blanco. Todos estaban bajando sus maletas de cada uno de los autos, pero algunos tuvieron algunos problemas con eso.

El castaño llevaba una maleta grande y una de mano, con sus audífonos, cargador, celular y todo lo necesario de primera mano.

Mientras que el pelirrojo llevaba sus audífonos alrededor de su cuello y el cargador en sus bolsillos.

El castaño no era tan fuerte para sacar la maleta, su padre lo iba a ayudar pero el pelirrojo se adelantó.

- te ayudaré con eso - el pelirrojo tenía una maleta en su mano y la de el castaño.

El castaño volvió a recordar todo lo raro que había visto del pelirrojo, lo que pasó hace unos días, cuando lo salvó de los tubos de titáneo. O la vez que lo salvó de ese psicópata.

Recordó de la inhumana fuerza que demostró además de sus reflejos inhumanos también, no le tomó importancia y acepto la ayuda.

Caminaron hacia el aeropuerto y hicieron todos los trámites, pronto abordaron el avión.

El castaño claro le tocó el asiento al lado de Sebastián, mientras que el pelirrojo le tocó a lado de una chica rubia, está lo veía de una forma coqueta, este estaba tan incómodo que intentó dormir en el viaje.

Esta chica tocaba la mano del pelirrojo de una forma seductora, el castaño hervía del enojo, el pelirrojo solo quería que esto acabara.

(...)

El viaje duró unas cuantas horas, hasta que por fin veían cómo el avión empezaba a bajar poco a poco.

- por favor señores pasajeros les pedimos que se pongan el cinturón, estamos por aterrizar - finalizo

Todos hicieron lo indicado, pronto el avión aterrizo. Todos salían del avión viendo a sus alrededores, era simplemente hermoso ese paisaje, nada se le comparaba

Había aterrizado en el centro de la isla, así que tendrían que ir en auto durante unos minutos.

Subieron las maletas en la parte de atrás y volvieron a dónde se tenía que entrar.

El castaño se sentó en la parte de atrás mientras que el pelirrojo iba a su lado, el auto no era tan grande, asi que iban algo apretados.

El viaje comenzó, el castaño por estar viendo a su novio y a la rubia en el avión no durmió casi nada, dando que este se duerma en el auto.

El pelirrojo iba escuchando música y solo descansando sus ojos, pero sintió un peso en su hombro.

Este abrió los ojos y se giró para ver qué era ese peso en su hombro.

Al ver que era sonrió, era el castaño dormido con la boca abierta, se veía tierno a sus ojos. Sabía que aún actuaba como un niño.

Le dió un beso en la coronilla y empezó a acariciar sus mejillas con sus pulgares. El castaño ante el tacto despertó.

Miró los ojos bicolor del contrario, eran simplemente hermosos...

El contrario al ver en brillo en los ojos de contrario sonrió, se acercó y besó los labios rosas del castaño.

Este correspondió con timidez, el beso no duró mucho tiempo, se separó y abrazó al menor mientras esté se recostaba en su pecho.

Acarició sus rizos hasta que poco a poco cayó dormido.
El pelirrojo después de unos minutos, no pudo evitar dormirse por la comodidad.