(ง •᎑•)ว Hongjoong vivía lleno de lujos y riquezas, la vida en la ciudad había comenzado a tornarse aburrida y para mejorar aquello sus padres y él decidieron mudarse un tiempo a la antigua casa del campo donde vive su abuela.
En ese magnífico lug...
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Capitulo diez ❝ Artefactos ❞
Hongjoong no podía creer lo que veía. La persona en quien más había estado pensando desde hace días, finalmente lo tenía en frente, pero se encontraba inmóvil. Quería acercarse a abrazarlo, pero sentía que no era lo apropiado. Al momento de voltear a su alrededor en busca de sus compañeros con quienes había llegado se dió cuenta que no había ninguno y eso lo hizo preocuparse de gran manera.
—¿Chicos? —Hongjoong comenzó a gritar y caminar por todos lados, tratando de localizar a alguno de ellos y a lo lejos alcanzó a distinguir a Jeongyeon levantandose adolorida del suelo, mientras se sujetaba del abdomen y hacía gestos de dolor.
—¡Hongjoong! Me alegra verte.
—Noona, esta herida, permitame ayudarla...
—No... lo importante ahorita es que salgas de aquí lo más pronto posible, acabamos de comprobar que los Krad tienen en su poder el royevnoc y eso no es bueno, por lo que decidimos separarnos entre todos, busca refugio en otro lugar Hong —la chica tomo de los hombros al rubio y le sonrió-, espero que podamos reencontranos nuevamente después, cuando estemos más preparados para esta despiadada batalla.
Hongjoong ya no tuvo oportunidad de decir algo porque los gritos de Jongho, buscandolo atrajo su atención, por lo que volteó la mirada, notando al pelirrojo venir con dificultades, al parecer su pierna estaba lastimada.
—Hyung, debemos irnos, este terreno ya no es del todo seguro.
Hongjoong asintió regresando la mirada donde se supone estaba su compañera, pero para cuando volteó ya no se encontraba.
—Esta bien, hay que irnos.
Jongho y Hongjoong caminaron de vuelta a donde había visto a Seonghwa, encontrandolo aún ahí, esperandolo.
—Hongjoong...
Seonghwa sin poder evitarlo corrió a abrazar al menor, quien al principio se mostró rígido, pero al final termino accediendo a aceptar el abrazo y devolverlo. Hongjoong por otra parte extrañaba la presencia del pelinegro, pero al sentir la presión del abrazo ejercido por el más grande de manera más fuerte, sonrió enternecido.
—Siento mucho haber actuado como un idiota, fui un insensible en cuanto a tus sentimientos y no hay justificación por lo que hice...
Hongjoong negó y lo único que hizo fue abrazarse al delgado cuerpo del más alto a la vez que ocultaba su rostro en su pecho, trataba de aguantar las lágrimas que amenazaban salir.
—¿Sabes? Creó que lo importante es que todos estamos bien, pero quiero saber ¿qué pasó aquí? —Hongjoong seguía viendo a su alrededor todo el lugar mágico destrozado.
