Icónica [Indie Gentes #2.5]

06 | Mala publicidad

Mica🦋

Había pasado semanas sin maquillarme mucho, por lo que cuando me vi en el espejo de aquel camerino, me sentí extraña. Desconocida.

Luego de la conversación que había tenido con Santi y con la gran insistencia de Laila y mi mamá, acepté una invitación que tenía pendiente a un programa nocturno. Por culpa de la visita de Pacho no tenía ganas ni de caminar, pero no quería permitir que los demás siguieran teniendo tanto poder en mi vida.

—Te ves muy bonita —dijo Laila, con una sonrisa ancha que buscaba animarme—. No, bonita no. Te ves bastante sexy. Si no fueras mi amiga, te pediría que me pisaras la cara o me firmaras una teta.

—Te la puedo firmar, pero creo que tu novio se pondría celoso —reí.

—Ahora, en serio, te ves... Muy bien. La pregunta es, ¿te sientes bien para cantar hoy? Puedo pedirle a producción que cancele tu presentación y nos quedemos solo con la entrevista.

Negué con la cabeza.

—Hay una razón por la que acepté venir al programa de Jaime. No es el más visto del país, pero él es muy profesional y me conoce desde que era adolescente. Si tengo que «volver» a los medios, solo me sentiré cómoda si es él quien me entrevista.

Hubo una época en la que luchaba por hacerme un espacio en la industria y anhelaba que alguien con buena reputación quisiera entrevistarme. Ahora, podía darme el lujo de escoger a qué programas asistir y eran ellos quienes se peleaban por mí.

—Estas son para ti, cariño —dijo mamá, entrando al camerino con un ramo de flores.

—Gracias, mamá. No sabía que habías vuelto a la época de comprarme flores por mis presentaciones.

Ella sonrió y dejó el ramo en la mesa, entregándome la tarjeta.

—No las compré yo. Creo que es muy tarde para robarme el regalo y decir que fue mi idea.

Curiosa, agarré la tarjeta. Un hilo de esperanza me invadió pero borré cualquier pensamiento que involucrara a Pacho. Él no quería ni nuestros recuerdos, mucho menos me enviaría flores en un día como hoy.

Brilla hoy como has brillado siempre.

-El mejor equipo del mundo: Clara, Sara y Santi.

Enarqué ambas cejas, sorprendida, y luego sonreí como boba sin poderlo creer. Que ellos hubieran tenido aquel detalle conmigo cuando apenas llevábamos días trabajando juntos, me dejó con una sensación cálida en el pecho.

Un asistente de producción tocó la puerta y, al abrirla, se dirigió a mí con apuro.

—Cinco minutos para empezar. Te necesitamos en el set.

Asentí y olí las flores por última vez antes de dejarlas en la mesa con mis cosas. Miré a Laila y a mi mamá, sintiendo una repentinas ganas de vomitar. Sería una entrevista difícil y tal vez polémica. Entre la las preguntas que me harían estaba lo relacionado con mi rehabilitación y mi ruptura con Pacho; aunque pude haberlas vetado, quería cerrar el año siendo dueña de mi propia narrativa.

Quería contar mi historia, no que los demás la contaran por mí.

—Todo va a estar bien —susurró mamá, tomando mi mano con dulzura—. Tienes más de diez años haciendo esto.

Una maquilladora se acercó a mí para darme un último toque mientras Laila se cercioraba de que mi ropa estuviera en orden.

—Van a preguntarme por Pacho —musité.