Una ilusión que se desvanece

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Intentaba aferrarme a lo único que me quedaba, poco a poco se difuminaba de la realidad. Era como intentar atrapar el agua con tus dedos, el viento con tus manos y el amor con un beso.               Tiempo atrás habría dicho que todo era posible, hasta la acción más imposible pero yo en esos momentos era un joven alocado y lleno de vitalidad e ilusiones que vivía cada día como si fuera el último. Cuando maduras cambias y poco a poco llega a tus oídos y a tu realidad aquello que antes no te preocupaba, el futuro. Si vives cada día sin importarte el mañana el futuro no te preocupa pero cuando bajas de tu nube y llegas a la realidad, aparece. No es que quieras adaptarte a él ni acogerlo en tu casa, simplemente se mete en tu cama y cada noche te susurra al oído y te mete millones de preocupaciones en la cabeza, cosas que jamás te habrías parado a pensar. Poco a poco te deja de importar y dejas de luchar cada noche con ese dragón escupe preocupaciones y te aferras a ellas con la decisión de agarrarlas del cuello y resolverlas pero en realidad ahí te conviertes en la típica princesa de los cuentos que queda atrapada en la torre más alta del castillo donde un perro de tres cabezas que echa fuego por la boca custodia la puerta. Por mucho que mires por la ventana esperando a tu príncipe azul acabas descubriendo que no, que todo es una mentira de los cuentos, el amor no existe como tal y en la mayoría de los casos duele. Si a eso le sumamos todas las cosas con las que lidiamos todos los días, acabamos con una vida llena de preocupaciones, nosotros, unos seres indefensos y encerrados donde nada ni nadie puede salvarnos. Si fuéramos inmortales nos acabaríamos cansando de esperar, la esperanza con el tiempo se pierde y si ella se pierde no querrás saber que la ilusión de vivir se pierde incluso antes. Al principio te lo tomas como si fuera un reto, un rompecabezas, después intentas aplazar ese duelo con la vida y tus sueños y con el tiempo acabas desistiendo y dejando que esas preocupaciones y las pocas ganas de vivir te consuman. Hay gente que dice que de las ilusiones se vive pero yo en este momento solo veo que todo en esta vida se desvanece, las ilusiones lo primero. Con el tiempo he aprendido que vivir es un corto camino, que pocos lo consiguen ya que vivir es algo que hay que ir aprendiendo con el tiempo. Ahora a mis noventa años puedo decir que he vivido mas bien mal pero te digo a ti, que aún puedes, vivir, hacerlo bien y no dejar que nada bueno de tu vida se desvanezca. 

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⏰ Última actualización: Apr 04, 2015 ⏰

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