Chapter 8: Back-to-School

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Resumen:
Ha llegado el momento de que Hadria pruebe sus alas y Gellert podría experimentar el síndrome del nido vacío.

Capítulo 8: Regreso a la escuela

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"Vade in pace." Ve en paz. —Frase en Latín (Manera romana de decir "adiós")
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Nota de autor:
Esto es un poco de relleno, lo siento, pero necesitaba tener esto claro antes de comenzar con lo siguiente: Hadria conociendo al antiguo equipo.

Gellert se despertó bruscamente una mañana por un fuerte estruendo. El sonido no era más que siniestro, considerando la compañía que mantenía. Ciertamente dijo algo el que todavía se tomara su tiempo para levantarse de la cama. No estaba demasiado preocupado por lo que podría haberle sucedido a Hadria; ella parecía ser capaz de cuidarse a sí misma a pesar de su alarmante tendencia a meterse en problemas, y si algo en la casa había sido destruido, bueno, probablemente era demasiado tarde para  hacer algo al respecto. A menos que fuera un problema de acción lenta, como el derrame de una poción o...

Había olor a algo quemándose, y Gellert salió disparado hacia el pasillo, solo para tropezar y detenerse cuando escuchó un fuerte y alegre, "¡Gerwald! ¿Adivina qué?"

Suspirando, Gerwald se encontró caminando hacia la cocina, sin prisa ahora que estaba claro que fuera lo que fuera, no era nada demasiado peligroso. Se detuvo en la puerta y se quedó mirando, preguntándose cuándo se iba a acostumbrar a todo lo que giraba en torno a Hadria (habían pasado seis años, por lo que no se sentía muy esperanzado).

"Hadria, eso es Noh lo que estás encendiendo."

Hadria miró a su tutor y frunció un poco el ceño. "Oh, um, sí. ¿Sabías que cuando un Lethifold se incendia, el fuego se extingue por sí solo y no deja rastro de quemado? Es algo genial. Me pregunto si Fiendfyre funcionará desde…"

"No debería realizar experimentos peligrosos y potencialmente dañinos con su mascota ", dijo Gellert. "Y por favor, no intentes usar Fiendfyre . Es muy peligroso y eres demasiado joven para controlarlo".

"Está bien ... Ahora qué iba a ... ¡Oh, sí! Bien," murmuró Hadria, sin demasiada preocupación y claramente distraída. Entonces su rostro se iluminó, los ojos casi brillando de emoción. "¿Adivina qué? ¡Mi carta de Hogwarts está aquí!"

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Srta. H. Potter

El pequeño santuario

Cornwall

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La carta estaba exactamente como la recordaba, excepto por la dirección que parecía incluir solo su habitación y el condado en el que vivían, sin incluir la dirección real de su casa. Se preguntó si era vago de esta manera debido a los encantos y protecciones que Gellert había colocado en el edificio cuando se mudaron por primera vez hace un mes, habiéndose trasladado a Inglaterra por conveniencia.

Con la carta venía una lista de útiles escolares para los de primer año. Lo leyó y, aunque las palabras eran las mismas, había algo diferente... Algo muy importante: Hadria era diferente.

Dance Macabre: First Dance Donde viven las historias. Descúbrelo ahora