Dance Macabre: First Dance

Chapter 9: Familiarity

Resumen:
En el que Hadria conoce a la vieja pandilla y Draco toma una decisión terrible.

Capítulo nueve: Familiaridad

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"Omnia mutantur, nos et mutamur in illusi". Todas las cosas cambian, y nosotros cambiamos con ellas. —Dicho latino tradicional
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Con un remolino de capa del color de las sombras y la sensación de ser succionados a través de una tubería, aparecieron en una esquina de la Plataforma Nueve y Tres Cuartos. Apenas nadie le echó un vistazo a esa concurrida plataforma a un joven rubio vestido con elegantes túnicas mágicas de color negro y plateado, y una chica de cabello negro y una capa negra. Las familias se arremolinaban, preparándose para despedir a sus hijos, ya sea sermoneando a sus hijos o intercambiando abrazos y besos.

Hadria absorbió todo: la gente, la magia, el rojo brillante y negro Hogwarts Express brillando a la luz de la estación de tren, humeantes nubes blancas de vapor y misterio, esperando a que ella volviera a abordarlo. La emoción que había estado burbujeando dentro de ella durante todo el día, apenas contenida solo por el viaje de las Apariciones, ahora estalló nuevamente. Se dio la vuelta con una risa encantada, los ojos verde esmeralda brillando de alegría, una amplia sonrisa en su rostro, solo para ensancharse al captar el lado de la expresión indescifrable en el rostro de su guardián.

"Gerwald" cantó, y él la miró, con un ligero ceño fruncido en la frente. Hadria creía que ni siquiera era consciente de ello, a juzgar por el vacío de sus habitualmente claros ojos azules. Sabía que se habría sentido preocupada antes, hace mucho tiempo, en otra línea de tiempo, si alguna vez hubiera visto una expresión así en el rostro de alguien, pero ahora, en estas circunstancias, solo podía sentirse muy complacida.

"Gerwald" repitió, un tono burlón aún evidente en su voz. "Scáth tiene razón. Ya estás empezando a extrañarme, ¿no?"

"¡Disparates!" Gellert se burló mientras suavizaba su expresión en una de absoluta neutralidad. "Ahora apúrate, tenemos quince minutos antes de que salga el tren."

Se marchó después de eso, con la espalda ligeramente rígida por la indignación de que solo Hadria se daría cuenta, dejando a la chica brincando feliz detrás de él.

"Definitivamente te responderé, ¿sabes?" dijo mientras trataba de mantenerse al día con sus largas zancadas. "Muchas cartas. Escribiré todas las semanas, hasta que no tengas idea de dónde guardarlas."

"¿Qué te hace pensar que me los quedaré?" Gellert respondió, todavía mirando hacia adelante.

"Y también te enviaré cosas. Ya verás" continuó, ignorando alegremente lo que acababa de decir. "Y a veces enviaré a Scáth para que te revise y me asegure de que no estás demasiado solo".

"No hay necesidad de eso. Por favor, mantén ese perro para ti. De hecho, preferiría que nunca recibiera una visita de..."

"¡Oye! ¡Quizás incluso te envíe un dragón, si veo uno!" Hadria interrumpió, recordando de repente lo que sucedió en su primer año. "¿No será maravilloso?"

"... ¿Un dragón ? ¿Por qué verías un dragón en Hogwarts?" Preguntó Gellert. A pesar de que el lema de la escuela mencionaba un dragón, estaba bastante seguro de que una criatura tan peligrosa no sería permitida en los terrenos de la escuela cuando se decía que Hogwarts era el lugar más seguro del mundo mágico, ahora que Dumbledore era el director. Pero entonces de nuevo…

"No importa. No respondas a eso" dijo cuando Hadria parecía estar a punto de inventar una teoría descabellada sobre cómo Hogwarts podría tener un dragón y mantenerlo. No podía creer que se hubiera olvidado de que estaban hablando de Hadria. Si hubiera un avistamiento de un dragón en Hogwarts, probablemente ella sería la causa.