Revelación

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Las cosas nunca le habían ido tan bien a Lan WangJi.

Empezando por la noticia de su embarazo y la sorpresa de que eran dos.

Su cita para saber qué eran tuvo que posponerse por la inauguración de su cafetería y el impacto que tuvo fue algo muy sorprendente y emocionante.

Al final que tuvo que aplazar su cita cinco semanas más tarde para enfocarse solo en su cafetería.

Sus cachorros eran tranquilos en la noche y muy inquietos en el día.

Eran leves, pero los movimientos estaban allí.

Sabía que las crías se movían a partir de las 20 semanas o incluso antes. El era uno de los omegas más impacientes al observar como pasa el tiempo y los movimientos son más notorios.

Las omegas que vivían con el le daban comentarios en caso de que fueran niñas o niños; los cuidados, las costumbres que ellas tenían y hacían, consejos para omegas primerizos y se encargaban de despejar su mente de malos pensamientos y miedos.

Song Lan se volvió como un hermano mayor para él y la pequeña A-Qing una sobrina muy celosa; la pequeña cachorra no dejaba que nadie desconocido se le acercara y tocara su vientre, según la cachorra ella "protegía a sus primos".

A Lan WangJi se le derritió el corazón.

La soledad que sentía desaparecía con las nuevas personas que empezaba a conocer.

Cuando la inauguración llegó todo fue un caos. Los comensales llegaron de ha montones y pidiendo todo tipo de postres y delicias.

Ese día trabajaron por horas y cerraron más tarde de lo pensado, pero la felicidad por lograr tal impacto y ganancias fue una alegría enorme entre todos.

Con los postres que sobraron y con el talento de sus trabajadores elaboraron una gran y deliciosa cena como celebración y festejo por el cambio de sus vidas.

Los cachorros que vivían en la mansión se divirtieron en juegos infantiles y sonrisas inocentes.

Song Lan aunque nervioso por su primer trabajo en un ambiente más cómodo y libre, pudo acomodarse en su nuevo hogar y cumplir con su sueño de darle una vida digna a su hija.

Su A-Qing sonreía y disfrutaba de los nuevos amigos que hizo y verla cuidar de Lan WangJi y preguntar todos los días por su salud, el bienestar de los cachorros y presumir de los bonitos que serían sus autonombrados primos era la felicidad que tanto había deseado.

Su hija era feliz y muy pronto iría a su nueva escuela junto a los otros cachorros, cortesía de Lan WangJi.

-¿Todo bien?-. Lan WangJi se acercó.

-Si, solo pensaba en la suerte que tuve de encontrar tu cartel y ahora mi hija es feliz-.

-Te lo mereces después de todo lo que has pasado-.

-Como alfa tuve el sueño tonto de enamorarme de un omega o un beta y tener crías juntos... nunca pensé que el destino tendría otros planes para mi-.

-Yo también tuve ese sueño y creí que se cumpliría cuando lo conocí a él-.

Los ojos de Lan WangJi reflejaron emociones desconocidas.

-¿Se refiere al padre de sus crías?-.

-Si-.

Ellos tenían varias cosas en común.

La soledad era una de ellas y también el abandono.

Song Lan quería desahogarse con alguien que pudiera comprender su dolor y su cansancio a través de los años.

Dos cachorros y un Error Donde viven las historias. Descúbrelo ahora