Kuroshitsuji, Brothers Conflict, Naruto, ¡y muchos más!
✧ Son capítulos únicos de algún personaje por una chica de mi invención, en general uso nombres para no poner (TN) y demás, porque me parece que queda mal.
✧ No sé permiten copias o adaptacione...
Miku siempre amó a Grell y aceptó la nula posibilidad de una relación, pero, ¿entonces él besa a una mujer?
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Advertencias: Smut.
El oneshot se escribió antes de que se revelara como se "creaban" los shinigami.
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Miku era una chica de cabello castaño largo por la cola que terminaba en punta y con ondas, las cuales estaban teñidas de rojo y contrastaban con unos lindos ojos azules que a veces parecían de un raro violeta gracias a que era mitad demonio y mitad shinigami. Ella era más amiga de los recolectores de almas debido a que no se llevaba muy bien con su medio hermano demonio que ahora era conocido como "Sebastian" y uno de los amores de Grell. Este último era un shinigami de largo cabello rojo cuidado, hermosos ojos verdes amarillentos, característicos de su raza, que ocultaba detrás de unas gafas, alto, estilizado, con una gran sonrisa de peculiares y blancos dientes que solo gustaba de los hombres... o eso creían todos hasta ahora.
—¿¡Que Grell hizo qué!?
—Como oyes, Miku. Grell beso a una mujer porque él quería —confirmo Ronald, la pareja de trabajo del pelirrojo, con los brazos y piernas cruzadas mientras asentía.
El chico allí sentado era deseado por la mayoría de las mujeres, pero como en ella no surtía efecto alguno, la femenina se había convertido en alguien importante para él ya que no se acercaba con otras intenciones.
—¿Estaba ebrio? —pregunto frunciendo un poco el ceño.
—No, nada de eso. La vio, le gusto y la beso —resumió chasqueando los dedos de una mano—. ¿Increíble, no? Nadie podía creerlo.
Miku inspiro profundo con cierto dolor en su pecho, bajando progresivamente la mirada sin darse cuenta que Ronald había entendido lo que le pasaba y por eso se ponía de pie pasando un brazo por sus hombros.
—No te desanimes, él... —trato de decir algo reconfortante mientras caminaban por los pasillos del centro de trabajo shinigami.
—Ni lo intentes, siempre supe que era un amor imposible, incluso ahora que de repente se fija en mujeres nunca me mirara a mi.
—Muñeca, por favor no estés triste —pidió el de cabellos de dos colores.
—¿Como quieres que este? Ni tengo oportunidades, él solo me ve como una amiga y la hermana del "Sexy Bassy" —imito mal su voz por la repentina bronca que sintió.
Ronald negó y se sentó en el marco de una ventana tomando la mano de su amiga para acercarla poniéndola entre sus piernas aún de pie, mirando hacia arriba mientras Miku hacía lo mismo hacia abajo.
—¿Vas a llorar? —pregunto viendo como se pasaba uno de sus dedos por debajo del ojo derecho, sus uñas eran perfectas, cuadradas y, ese día, de un blanco perlado.
