Lucia
El sol calienta mi piel y la cálida brisa marítima besa mis sonrosadas mejillas alborotando mi cabello. La arena bajo mis pies descalzos se siente suave y avanzo unos pasos hasta que mis dedos alcanzan el agua que llega hasta la orilla, en un ir y venir perezoso y acompazado.
No escucho nada más que no sea el leve sonido que produce el calmado y cristalino mar frente a mí. Miro alrededor y no hay más que kilómetros y kilómetros de playa solitaria y lo único que puedo respirar es cierta paz que me abarca.
Unos fuertes brazos me toman desde atrás e instantáneamente una sonrisa se forma en mis labios, al tiempo que siento los suyos depositar un suave beso en mi cuello.
Podría permanecer así toda mi vida, pero no puedo, porque mis ojos ansían verlo y mis manos tocarlo. Giro entre sus brazos y alzo la cabeza para poder encontrarme con el verde que ahora mismo refleja el mar, ese que tanto me atormenta.
Mis manos suplican sentirlo, suave y duro a la vez, fibroso bajo mis dedos, caliente, vivo.
—Te amo —Le aseguro en un susurro, y él muestra el amago de una sonrisa, sus cálidos y penetrantes ojos atravesándome dolorosamente.
Abre la boca para responderme al tiempo que me dispongo a encerrar su cara entre mis ansiosas manos...
El sonido de la puerta a mis espaldas me trae de vuelta a la realidad. Por más que intento aferrarme a la ilusión, esta comienza a desvanecerse cual pintura de acuarela bajo la lluvia; arrastrando los colores vivaces, llevándose mi verde favorito y remplazándolo por el frío cristal frente a mí, el cual me deja ver un paisaje alpino bañado por un impoluto y remoto blanco, que se asemeja a mi estado actual. Pacífico, sobrio, falto de vida, sombrío e impasible, al punto de respirar por pura y cansina inercia.
Dejo salir un suspiro, no sé si es de cansancio o frustración. El caso es que aquí vamos de nuevo. Ha sido así por los últimos seis meses de mi vida. ¿O han sido ocho? ¿Nueve? No tengo idea, no me importa.
—Buenos días Lucy. ¿Cómo has estado?
Me saluda la voz suave y melodiosa de Sorina, quien aún no entra en mi campo de visión ya que continúo con mi vista fija en algún punto entre los pinos nevados y el cielo grisáceo. Como si de un tik nervioso se tratase comienzo a darle vueltas a la pulsera alrededor de mi muñeca, tratando de permanecer en el presente mientras mi mente lucha con todas sus fuerzas por escapar lejos de las dimensiones de esta habitación.
Tras unos segundos en los que decido ignorarla, ella vuelve a hablar.
—Lucy, ¿me estás escuchando?
—Lamentablemente —contesto al fin, y mi voz sale ronca y ajena, por la escasez con que la uso últimamente.
—¿Interrumpo algo? —La escucho acercarse y sé que ha tomado asiento en el sofá a mi izquierda para poder observar y evaluar cada gesto de mi inexpresiva cara.
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JADE [+18]
Любовные романы→LIBRO 2 ⚠️NO LEER ANTES DE DRÁKON ⚠️ Las manecillas del reloj no han dejado de girar en estos 5 años, dejando atrás el pasado... o al menos eso es lo que creen Lucia y Theo. No importa cuánto corran; una vez en el infierno no habrá salida. El Karm...