— Me gustas Takemicchi. — Confiesa finalmente. Tiene en cuenta que posiblemente no es buen momento para confesarse, Takemichi debe seguir confundida y existe la posibilidad que debido a su confusión la rechace.
Aún así...
Manjiro tiene una corazonada, una corazonada positiva.
—...
Takemichi guardó silencio. Mordió su lengua y de manera inútil contuvo sus aguadas y gruesas lágrimas.
Mikey se exaltó al ver a Takemichi hacer una expresión tan triste. Cómo si su sola confesión le hiciese llorar.
¿¡Tanto repulsión le causa!?
Si, sin duda alguna Mikey está haciendo ideas paranoicas, cuáles posiblemente solo 1% tiene probabilidad de ser acertadas.
— ¿¡Takemicchi!? — Exclamó. Intentando consolar a Hanagaki, sin saber exactamente que debe hacer para consolar a una chica.
— ¡¿E-Estas bien?! — Dice, sujetando a la rubia de los hombros.
Takemichi moqueando y sollozando asiente con la cabeza. Aquello no ayuda para calmar a Mikey, quien sigue pensando que esa expresión tan dolorosa a ojos de Mikey es por su confesión tan repentina, ahora que lo piensa con más claridad, quizás no era el momento indicado.
— Si...
— Es solo que...
Mikey impaciente contuvo el impulso de agitar a la menor de los hombros y pedirle que siga y no se detenga. Sano inhaló internamente y sonrió, como suele hacerlo.
— ¡Me pone muy feliz que Mikey-chan sienta lo mismo que yo! — Exclamó de golpe limpiando su rostro con el antebrazo. — ¡Creí que yo fui la que molesto a Mikey-chan! Pensé que para ti solo era un error...
Sollozó, limpiando sus mocos de manera no muy higiénica. — ¡Estoy feliz! — Exclama con una sonrisa amplia.
Mikey observó con impresión a Takemichi. De un momento a otro sus mejillas se tiñeron en rosa, sus labios se fruncieron y su corazón dió un brinco en su pecho que la hizo sentirse ajena por un instante.
— ¡Me asustaste Takemichi! — Exclama cubriéndose el rostro. En estos momentos se siente como una completa idiota, ¿cómo pudo pensar todo aquello de su ángel?
— Perdón... — Murmura tímida Hanagaki.
— Ya dije, no te disculpes. — Repite Manjiro con una expresión tranquila, adornada por una sonrisa boba.
— Es una costumbre, lo siento. — Dice la rubia de ojos azules, intentando procesar todo lo sucedido, la reunión, la noche de sexo y la confesión de Manjiro, sin duda es mucho para procesar en unos minutos.
Mikey suspira sin borrar la sonrisa de sus labios. — Dios, te amo tanto Takemichi... — Murmura sujetandola de manera dócil y recostandola en su pecho, envolviendo el cuerpo de su amada con sus brazos.
Se siente ajena, sonrojandose y sintiendo pena, sin duda aquella faceta no es común en la invencible Mikey. Takemichi se deja hacer, se siente cómoda en brazos de Mikey.
Una sonrisa sincera se forma de manera inconsciente en labios de Takemichi.
— También te amo...
— Mucho, como no tienes idea Mikey-chan. — susurra contra la piel de Manjiro.
Takemichi admite que en un principio rechazo las sensaciones que Manjiro le hacía sentir desde que la conoció. Un toque leve podía descontrolar el corazón de la menor, le sobresalto pues ella nunca se sintió atraída hacia las personas de su mismo sexo. Al menos hasta conocer a la comandante de la Tokyo Manji Gang.
Hanagaki deduce que el poco alcohol que tomó le hizo desenvolverse y dejó salir a flote su verdadero sentir, su reprimido yo.
Después de las 12 am todo se tornó descontrolado, Takemichi debe aceptarlo le emociona, pero le causa un poco de decepción no recordar lo sucedido en su propia habitación.
Fin)?
Algo muy corto, pues quería sacarme la espinita de escribir algo sobre Mikey y Take lesbianas.
Y por último, pero no menos importante...
¡Espero que muy pocos lean esto! ¡Moriré de vergüenza! AJSKSKSKSKKSK
