two

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"¿Comes en tu casa?".

"Se te notan las costillas, ¿estás seguro que estás bien?".

"¿Te has visto tus piernas?, es cómo ver un palo andante".

"Me preocupas, estás demasiado flaco".

Mis compañeros de clase me hacían esas preguntas todos los días, me llevaban comida para que comiera más, se preocupaban mucho por mi.

No es que me molestara, pero...

¿Cuántas veces debía repetir que mi cuerpo era así?.

Yo no podía hacer nada para cambiarlo.

Además, mi cuerpo es muy débil y todos pensaban que era porque yo no comía nada pero no era eso.

Yo comía las cantidades y horarios correspondientes; simplemente nací con un cuerpo débil y muy delgado.

También debía ser, porque, hacía mucho ejercicio, ya que me encantaba hacer.

Lo hacía porque me gustaba y no por tema de salud.

Además, desde que tengo memoria, mi cuerpo es frágil.

Más que debo cuidar mi peso por una enfermedad que tengo, no debo ni subir ni bajar ni un poco o sino de desastibilizo y eso provocaría algún daño en mi interior.

Sé que todos se preocupan por mí, pero incluso los doctores dijeron que mi cuerpo estaba bien y sano para un niño de tan solo 7 años.

Entonces...

¿Por qué insisten con el tema?.

Me molesta y crean inseguridades en mi, odio eso.

Odio tener que escuchar lo mismo todos los días.

Odio que tengo que explicarles todo y aún así nadie me crea.

Odio haber tenido que ser así.

Odio ser un esqueleto.

Porque si, aunque me duela, eso es lo que soy.

Un esqueleto.

Un esqueleto

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Esquələtø¹-Kang Minhee.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora