♡
Cambiar pañales
♡
Siento que mi ritmo cardíaco disminuye, es probable que me desmaye. Siento que me voy a desmayar. Me voy a desmayar.
¡Cielos!
Traté de levantarme, pero mis piernas por una extraña razón no respondieron. En mis brazos seguía teniendo al bebe, a la bebé.
Que parece ser mi hija, de nombre Dalia.
Oh por dios.
La cabeza me da vueltas. Cerré por unos minutos los ojos.
Medito y trato de procesar todo lo que sucede.
Abro los ojos y levanto a Dalia en frente de mi rostro y la observé con sumo cuidado.—¿Tú eres mi hija? —obviamente sabía que ella no me iba a contestar. Esperaba y rogaba por dentro que sí, pero mínimo me desahogaba.
Mi hija. Mi. Hija. ¿Mía de mí?
Pero... ¿Cómo rayos? No recuerdo, ni tengo la menor idea de que yo haya concebido una.
Me di cuenta que no había desdoblado la hoja con el impactante saludo.
Acomode a la criatura de dudosa pertenencia en mis piernas. Ya no lloraba. Eso era lo bueno. Cierta duda cae sobre mí, tomo el teléfono y marco el número de emergencias pero tardan en atender mi llamada. Volveré a marcar después de leer esto.
Extendida la hoja empecé a leer.
Querido Dave —decía en borrador y luego tachado, que lindo detalle.
Hola Dave.
Esto es realmente difícil, pero trataré de ser lo más clara posible. Como te darás cuenta o te estás dando, tienes a una bebe dentro de una canasta—no ¿enserio? — sé que te has de estar preguntando qué es lo que está haciendo ella ahí. — ah decir verdad sí, es justo lo que me pregunto— No entres en pánico, por favor. —Demasiado tarde— Explicaré todo. Ella es Dalia mi hija, nuestra hija. Tu hija.
¿Cómo? Esto es fácil. Fue concebida una noche de diciembre. Bebiste y bebí y llegamos a lo siguiente. Es posible que tú no te acuerdes de nada, hasta recuerdo que no sabías ni mi nombre, tomaste mucho esa noche. Yo no sabía que estaba embarazada. Aquel día yo tome un vuelo fuera de la ciudad por negocios. Me enteré después de dos semanas... casi tres de que yo estaba embarazada. No te mentiré, al principio no tenía ni la menor idea de que hacer, pero no quise tomar la opción de abortar. No tengo corazón para eso. Sentí que podría con esto.
Los primeros meses fueron pasables. Hasta que llegue a casa de mis padres, ellos no lo tomaron como creí... me ordenaron abortar, pero les dije que no, mi embarazo ya era un hecho, tendría al bebé, me tuve que ir de su casa cuando tenía 4 meses, la panza no se notaba mucho aún. Fui rechazada por ellos, nunca pensé que pasaría eso, pero paso.
Viaje a buscar una nueva vida en Filadelfia duro poco tiempo, mi embarazo ya estaba avanzado y me era difícil estar moviéndome por todos lados. Algunas personas del trabajo me ayudaron a seguir. Todo fue gracias a ellas. Y por si quieres saber. Traté de localizarte. Inútil claro, ya que no pude hasta hace unos pocos meses. Pero ¿cómo podía? Si solo sabía tu nombre.
A finales de mi embarazo, mis padres me encontraron y dijeron que lo mejor era darlas en adopción. El corazón se me partió. No podía darla en adopción, pero tampoco podía quedarme con ella. No puedo criarla ni darle una mejor vida por el momento, no tengo los medios necesarios. Ellos creen que lo he hecho, que la he abandonado. Sé que esto no me lo perdonaré y espero que tú puedas perdonarme algún día al igual que mi hija. Pero eres la única persona que tiene, lo siento si te tomé por sorpresa. Tal vez ni me creas, pero espero que sí. Tienes toda la libertad de no quererla. O de darla en adopción. Lo siento por no decirte nada desde un principio. Y por no decírtelo en voz propia, pero no podría decir nada, me quedaría en silencio llorando. Te dejo todo lo que tengo de ella. Por favor cuídala, si es que decides quedártela. Ten amor y paciencia. Ella ahora solo te tiene a ti. Fue un placer a verte conocido por una noche Dave. Una cosa me faltaba. Por favor, no trates de localizarme.
ESTÁS LEYENDO
Inexperto Papá.
Ficção GeralSus noches de fiestas se acabaron, es la hora de afrontar todo. Dave debe de recordar que algunas cosas tienen sus consecuencias después de un tiempo. Y más desde esa carta en la canasta. *Hola soy Dalia, tu hija* Es hora de aprender cosas...