Capítulo 40: Deseos personales

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"Mientras que estaba allá...nunca pensé sobre...lo que pasaría después, en lo que iba a ser cuando acabara", dijo el muchacho, todavía tomando la mano de la pelicastaña. El peliverde tenía una mirada decaída hacia la cama en la que estaba y con su otra mano se estaba abrazando sus piernas, como si estuviera en posición fetal...

"Pe-Pero al final, creo que esa es la parte más difícil...el silencio...el silencio cuando los disparos terminan...¿Có-Cómo puedo vivir así?", se preguntó el joven apretando un poco más la manos de la Ghoul, quien al sentir eso, notó como el chico se aferraba a algo que pudiera hacerlo feliz, por lo menos por un momento...quería sentirse seguro...

"E-Eso es lo que trato de averiguar ahora...pero por más que busco...no encuentro una respuesta y solo pienso en mí como un...un asesino...", dijo el muchacho al recordar a todos los afganos que había matado en bien del país...claro, se suponía que era algo por una causa noble, sin embargo, el dejar su moral y principios para hacer algo como eso, lo destrozó...

"Ahora...cuando me miro al espejo...solo puedo ver...ver lo que soy...ver como me comporté allá...", terminó por decir el Ghoul con un tono de voz quebradizo y ahora temblando porque las armas que tenían allá, las explosiones y los quirks que utilizaron en contra de él...

Todo eso que usaron le hicieron sentir dolor...y como a él no le gustaba eso...se enfadó...y los mató sin piedad...algo de lo que ahora se arrepentía, porque recordando bien las cosas...parecía un monstruo fuera de control...como un Ghoul más...

Esa no era la imagen que quería dar al público, por lo menos no los civiles con respecto de los Ghouls, como él. Este quería demostrar que también podían ser igual de humanos, que podían ser heroicos y no ser sanguinarios todo el tiempo, pero lo que le demostró a Afganistán, a los estadounidenses que fueron y a sus compañeros...fue una animal desatado...

No obstante, las reacciones de estos, no era las que él esperaba, ya que lo felicitaban por haber acabado con todos, a él y a Fumiko, incluso aquel sujeto que odiaba a los Ghouls como ellos, había empezado a entrar en confianza con el peliverde...parecía que poco a poco empezaba a admirar su eficiencia en el trabajo...en la guerra todos se apoyan...se hacen compañeros

Pero como dije antes, esa no era la imagen que Izuku quería proyectar a las masas y aunque fuera algo bueno que aprecien su trabajo, no llenaba moralmente al chico. A Fumiko le daba igual, ella disfrutaba lo que hacía, a diferencia del muchacho que se sentía vacío con lo que tenía, de todos modos, ahora no podía irse...estaba ayudando a su país y a Afganistán

"A-Ahora se me es difícil el pensar que no tengo una guerra que pelear...", dijo el muchacho ahora variando un poco en lo que hacía. Cuando estaba allá, si bien dejaba su moral de lado para empezar a torturar y matar al enemigo, podía ver que al parecer lo que hacía era lo correcto...

El terrorismo allá era demasiado fuerte, por lo que cuando mataban a todos los enemigos y liberaban un pueblo, el peliverde se trataba de convencer de que lo que hacía no era tan malo, ya que habían niños que ahora se encontraban felices, a diferencia de cuando estaban dominados por aquellos soldados afganos...

Al ver eso, no le parecía tan horrible el como se comportaba, porque si la escoria de ese país hacía todo eso, entonces este debía darles el castigo apropiado, era como matar villanos en Japón, como hacía para poder comer...a diferencia de que en Afganistán se veía más brutal y menos piadosos como para darles una muerte rápida y sin dolor...él era como un monstruo

Y eso terminaba por funcionar muchas veces, pese a que se comportara como un monstruo y no les diera una muerte indolora, parecía olvidarlo al momento de ver como los niños ahora eran felices libres...pero ahora al volver, nada de eso lo confortaba y solo se veía como un monstruo desatado...

Izuku: El Ghoul con humanidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora