Instinto

Capitulo 3: Reacción

—¡Izuku, arriba o llegaras tarde a clase! ¿Acaso no escuchaste tu despertador? —grito Inko desde la cocina mientras preparaba el desayuno.

De entre las sabanas un brazo buscaba desesperadamente su móvil deteniéndose abruptamente al recordar que estaba en la mochila. Todavía somnoliento comprobó que, tras el incidente de ayer, este se había roto. Resignado cogió sus cosas y salió dispuesto a darse una ducha. Al llegar al baño se miro en el espejo su rostro reflejaba que necesitaba mas hora de sueño de las que había podido disfrutar pero no podía darse ese lujo.

Inko no había recibido respuesta pero ver el calentador activarse le indicaba que estaba aseándose. Justo cuando se sentó a la mesa el calentador se apago y al momento apareció Izuku ya preparado para ir a clase pero con el pelo todavía húmedo.

—Izuku cielo sabes que te tengo dicho que te seques bien el pelo, lo ultimo que quiero es que enfermes —mirando al joven con desaprobación mientras removía su café.

—Hace buen tiempo mama, dejare que se seque del todo de camino a clase —sentándose dispuesto a desayunar.

Izuku tenia otras cosas en mente entre ellas explicar que paso con su teléfono evitando decir la palabra villano.

—Izu... ¿Te pasa algo? Se que anoche fui dura contigo pero... tengo la sensación de que te preocupa algo mas. —observando a su hijo con preocupación.

—Bueno, lo primero de todo, siento lo sucedido ayer.

Inko asintió al comentario de su hijo y continuo desayunando permitiendo que continuase.

—Aparte, ayer tuve un accidente de camino a casa y rompí el móvil. —dejando los restos del teléfono sobre la mesa.

Inko quedo sorprendida con lo que decía su hijo. Pese al riesgo de sus aficiones este suceso era raro, de hecho, era la primera vez que pasaba. La mujer dejo en café en la mesa y tras ordenar sus pensamientos respondió.

—Vaya, eso si es un problema —cogiendo el teléfono para ver los daños—. ¿Qué paso exactamente? —dejando el maltrecho teléfono en la mesa y empezando a untar una tostada.

—Falle el agarre en un grimpeo y caí de espaldas contra el suelo, afortunadamente la mochila redujo el impacto... por desgracia el móvil estaba dentro. —frotando su nuca con nerviosismo.

A Inko no le cuadraba esa explicación conocía a su hijo y si bien su quirk no era demasiado llamativo si le permitía demostrar una coordinación superior a la media.

—Bueno, cuando regreses de clase podemos mirar uno nuevo, aunque que tendrá que salir de tus fondos. —apuntando a su hijo con el cuchillo que acababa de utilizar.

Izuku asintió con un pulgar arriba mientras terminaba de beber el chocolate de su taza. Entendía que era una forma de responsabilizarse de sus actos. Tras eso se levanto de la mesa retiro los platos del desayuno y se despidió de su madre para dirigirse a clase.

Las clases terminaron e Izuku no era diferente a sus compañeros lo único que deseaba era escapar de ese lugar. Sin perder un minuto recogió sus cosas y se dispuso a salir cuando vio a Bakugou esperando en la puerta del aula. Sin ganas de enfrentarle ideo un plan alternativo. Miro por la ventana y tras confirmar que ningún sensei podía verle salto realizando un ciento ochenta con un segundo giro para luego liberarse aterrizando con una rotación y hecho a correr agradeciendo que su aula estuviese en el primer piso.