Aprendiz de bruja

Cuando solo era un niño

Cuando yo solo era un niño, nos contaron la historia de una bruja que vivía una casa perdida en el bosque, nos dijeron que no nos acerquemos o nos convertiría en sapos. 

Pero mis amigos y yo éramos temerarios y curiosos. Una noche nos escapamos para ver a la bruja, una atrevida aventura por el bosque en búsqueda de aquella casita de la cual nos dijeron nos alejemos.

Tras perdernos en el bosque encontramos una pequeña casa, con parte de las paredes blancas cubierta de enredaderas, nos acercamos a ella, dudosos de que hacer ahora, un amigo tuvo la estúpida idea de tirar una piedra a ver si la bruja salía, como los niños tontos que éramos así lo hicimos. 

Una de las piedras que yo lance dio con la ventana de la casa, el estruendo llamo demasiado la atención, una mujer anciana vestida con un camisón salió de la casa, furiosa, no recuerdo que nos grito porque salimos corriendo de allí al verla salir, entre risas huimos del escandalo que causamos. 

Al final cuando crecí comprendí que las brujas no existían y solo eran un cuento para asustar a los niños, o eso creí hasta que él apareció.