Kiss me Kiss me [George Weasley]

1.1

George.

—¿Ocurre algo Cass?—Pregunte mirándola.

Se ve...incómoda.

—No...no te preocupes—Respondió Cass sonriéndome.

Procure que quedara sentada a mi lado, Percy quedo frente a ella y no paraba de mirarla.

Quise golpearle la rodilla.

Pero me aguante, la fiesta esta saliendo muy bien, ver a mamá era algo que necesitaba.

Observé atentamente a toda mi familia, Bill seguía con sus cicatrices en su cara, casi no había cambiado me atrevería a decir.

Fleur se veía mucho más madura, al igual que Ginny, ambas habían madurado y crecido.

Y yo no había estado para verlo.

—¿A qué te dedicas Cass?—Pregunto mi madre sacándome de mis pensamientos.

—Bueno cuando salí de Hogwarts me dediqué a estudiar para ser sanadora, hice un curso fuera del país para especializarme en enfermedades mentales y ayuda psicológica—Respondió Cass sonriendo.

Sonreí mientras la escuchaba hablar, el aire me falta cada vez que la oigo hablar.

—¿Y ustedes dos como se conocieron?—Pregunto Percy.

Su tono de voz no me gusto para nada.

—Harry me la recomendó—Respondí mirándolo.

—Sabía que era una buena idea, y no estuve equivocado—Dijo Harry.

—Aunque Percy ya tenía una idea sobre ti Cass, no para de hablar de ti—Dijo Ginny divertida.

Apreté la mano debajo de la mesa, estaba molestándome.

—Me imagino qué cosas buenas—Dijo Cass divertida también.

—Por supuesto, siempre—Dijo Percy mirándola embobado.

Apreté la mandíbula; hasta que sentí como Cass colocaba su mano sobre la mía.

Me miró con signo de pregunta, yo le sonreí mientras colocaba mi mano sobre su muslo.

Ella se sonrojó de inmediato y la cara de Percy sobre nosotros me hizo feliz.

El tacto de la piel de Cass sobre mi mano es algo impagable.

—No sabes cuánto me alegro de que mi hijo te haya conocido—Dijo mi madre sonriéndole a Cass.

—No tiene que agradecerme más señora Weasley, solo hago mi trabajo—Dijo Cass sonriendo.

—Y lo hace más que bien—Dije mirándola.

Cass se sonrojó otra vez mientras dejaba de mirarme.

Pasamos el resto de la comida entre risas y anécdotas, por suerte, nadie mencionó nada sobre Fred, lo cual agradecí.

Me sentía completo en mi casa.

—Deberíamos jugar un poco de Quidditch—Dijo Ginny con un brillo travieso en los ojos.

—¿Sigues preparándote para ser jugadora profesional?—Pregunto Cass.

—Me agradan los retos, igual que a ti. Aún me duele la espalda de la última vez que jugamos Cassandra Wood—Respondió Ginny sonriendo.

La miré totalmente sorprendido.

—Creí que el obsesionado con el Quidditch era tu hermano—Dije.