Como todos los días por la tarde atendía a los clientes que llegaban con una sonrisa en la cara, pero este día era diferente a los otros, este día cada vez que una persona pasaba y hacía sonar la campana volteaba con ansias de ver a aquel chico de uniforme negro y cabello largo.
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-¡Hey, Megumi!- grito mi jefe haciendo señas con la mano, en cuanto lo ví sonreí y camine rápido.
-Digame señor- hablo a lo cual sonrió, ya era un hombre de mediana edad el cual era muy amable.
-Es hora de sacar la basura Megumi, por favor sácala y ten cuidado que ninguno de nuestros gatos se valla atrás de ti, no podemos perderlos, son la atracción principal de la cafetería.- asentí cortésmente no sin antes ver de reojo y con esperanzas a la última persona que había tocado el timbre, pero no era el.
Camine hasta las bolsas negras de basura, tome las dos que estaban ahí y con cuidado las saque, abrí la puerta de la calle la cual daba lugar al depósito de la basura detrás del local un pequeño callejón, sali pero al escuchar algunos quejidos voltee y lo último que sentí fue a alguien callendome encima. ¿¡Que diablos?!
-¡Megumi!- al escuchar mi nombre de aquella voz hizo que rápidamente buscará a su dueño. Avente ligeramente al tipo que me había caído encima y me levanté con algo de rapidez.
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-Baji. ¿Que se supone.... ¡Cuidado! - grite al ver cómo un tipo se abalanzaba para golpearle pero el solo giro dándole una patada, sentí algo pasar por sobre mis piernas y con rapidez y temor mire.... Un gato....¡Un gato! Corrí para atraparlo, era ágil, estaba nerviosa, debía atraparlo antes de que cruzará la esquina. Sentí como alguien me arrebazaba para después ver cómo tomaba el pequeño minino y corría de regreso.
-Tomaloy métete al local Megumi,Baji no quiere meterte en problemas con tu jefe.- hablo Chifuyu mientras me daba el gato y ambos veíamos como Baji golpeaba a esos chicos.
-Como diablos me voy a meter.... Lo están golpeando Chifuyu - el solo negó y corrió a ayudarlo ¿Que podía hacer yo? Nada, absolutamente nada, me metí corriendo al local con el gato entre las manos. Espere unos minutos mientras tomaba órdenes hasta que escuche como abrían la puerta.
