-No entiendo por qué me has llamado ahora Hanma - murmure enojada mientras entraba al estudio de aquel pelinegro con tinte rubio.
-¿Ahora no entiendes? - hablo enojado a lo cual yo solo bote mi bolsa al piso para caminar hacia una silla que estaba a mitad de camino.
-Pues no Shuji, no entiendo cual fue el problema, el motivo o el interés de que tus matones me sacaran de mi casa como si esto fuera un maldito secuestro- frunci el seño al sentir como me jalaba hacia el, sus lentes eran nuevos, lo más probable es que se los haya roto en alguna pelea, sonreí.
-¡Dime por qué rayos te vieron con Chifuyu saliendo de su auto a las 2:30 de la mañana! - demonios, lo sabia. Oh no... Solo sabía que había salido con él más no donde, aunque sabiendo como trabajaba su imaginación pensaba lo peor.
-¿Que te importa? - susurre a lo cual el solo sonrió mientras tomaba de mis mejillas.
-¿Se te a olvidado a quien perteneces? - Hablo con determinación.
-No me hagas reír Hanma - dije burlona mientras sentía como jalaba mi cuerpo al suyo. - Solo por que nos acostamos de vez en cuando eso no me convierte en tu propiedad. Solo me convierte en la chica que se acuesta con un delincuente. - el sonrió, tomó de mi con rapidez y me llevó hasta el sillón que estaba en el fondo de aquel estudio, todo fue tan rápido, aquel movimiento no me lo esperaba incluso ni reaccione, cuando pude ver estaba incada entre sus piernas, acorralada y mirandolo directo a aquellos ojos, mientras sentía su mano acariciar mi cabello.
-Escuchame bien por que no lo repetire y no te ha quedado claro, tu eres mía, me perteneces solamente a mi y así será por siempre cariño. - sus dedos jugaban con mi cabello mientras que una sonrisa traviesa se forjaba en mi rostro, mis mejillas sonrojadas y mis manos en sus piernas me pedían que manejará la situación en nuestro favor. ¡DIOS! quería ser follada una y otra ves por este hombre.
-Yo realmente te pertenezco Hanma - murmure a lo cual el sonrió. Tenía el un poder hipnotizante que realmente no sabía de dónde lo sacaba. Acarició mis mejillas mientras que mi respiración se agitaba lentamente, su sonrisa arrogante se hizo presente mientras que mis manos subían lentamente de sus piernas a él comienzo de sus pantalones. Quería bajarse los a lo cual el se dio cuenta, no dijo nada mientras sentía como desabrochaba su pantalón, sus dedos se posaron sobre mis labios.
-Demuéstrame que eres capaz de hacer Rin - bese levemente sus dedos y sus tatuajes de sus manos el quería que lamiera sus dedos como si fuera su miembro, sonreí, sabía que le gustaba eso pero era demaciado orgulloso como para pedirlo. Sonreí y lo hice. Sentía mi cara caliente, su risa se colo por mis oídos, sacó sus dedos de mi boca y bajó sus piernas suavemente, mordí mi labio y urgue entre sus pantalones encontrando un bulto caliente y palpitante.