Caminaba tranquilamente por la vereda rumbo a mi casa, la brisa del verano me refrescaba. Miraba el cielo, azul con nubes. Pensaba en cada instante que estaba haciendo Manjiro en estos momentos, probablemente una junta, comiendo con Draken o incluso... Suspiré al solo pensar en que podría estar peleando.
Desde que lo conocí, mi vida a estado en continuó estrés, me preocupaba demaciado por el, por ellos. Era la novia del líder de una de las más grandes pandillas en Tokyo y además, también era hermana de Keisuke. Yo sabía que mi hermano no necesitaba tanto cuidado, el sabía "controlarse" o al menos Chifuyu lo controlaba un poco, pero Manjiro, por Dios se alejaba 5 minutos de Draken y el ya tenía enemigos nuevos, suspiré, tomé mi celular y marque con rapidez a Mikey.
-Hola- respondió inmediatamente mientras yo sonreía, su voz me daba ternura.
-Hola Mikey ¿Que haces?- hablé mientras escuchaba un poco de disturbios al otro lado de la llamada.
-Pues.... ¡mierda! - grito, escuché jadeos. ¿Acaso el?-Manjiro ¡¿Acaso estás en una pelea?!- escuché un golpe y después como algo se rompía.
-Nooo- dijo con un poco de infantilismo en su voz. -Mandame tu ubicación e iré por ti.
-Manjiro.... Adiós - dije empezando a caminar de prisa a mi casa. Estaba realmente loco si creía que me iba a esperar que el viniera por mi, no me gustaba verlo golpeado y sangrando.
....
Estaba a pocas cuadras de llegar a la casa, mi madre me había dicho que no estaría, estaba realmente feliz, un poco de paz mental para mí, mi madre era realmente empalagosa con ambos y lo entendía mamá era la que más unia a la familia.
-¡Hey Runi!- Escuché mi nombre y al voltear ví al mejor amigo de Manjiro, sonreí y corri hacia el.
-¡Draken-Kun! - dije sonriendo mientras llegaba junto a su moto la cual la tenía estacionada.
-Recuerdas de lo que te hable....- dijo con un sonrojo algo pronunciado. A lo cual supe de inmediato a lo que se refería.
-¿Lo has comprado ya? - el asintió mientras sacaba algo de su mochila.
- Me ha costado demaciado conseguirlo, esa maldita garra me ha dejado en la quiebra.- dijo mostrándome el peluche... Realmente era... Feo.- ¿Por qué haces esa cara de asco mocosa?
-Pues... ¿Estás seguro que esto le gustó a Emma? - el asintió mientras montaba nuevamente la moto- Pues si es así le encantará si se lo das tu.
-Podrias... Cuidarlo - yo lo mire sin comorender- Las chicas me lo pueden robar, las conozco.
- De acuerdo. - asentí a lo cual el sonrió y sin más arranco no sin antes despeinarme un poco. Metí el oso a mi mochila no sin antes sonreír, no entendía como ellos aún no eran novios. Continué un poco hasta que escuche el rugir de una moto... Voltee a ver atrás. -Mikey.- sonreí, el se estacionó delante mío.