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Lisa entró despacio a su departamento, temiendo la reacción de Rosé por haberla interrogado.

Abrió la puerta y las orejas de Andrómeda salieron a saludarla por detrás del sofá.

-Oye Andrómeda, ¿y Rosseanne?-.Le preguntó a su mascota.

La perra inclinó la cabeza en forma de duda.

-No me jodas.-.

La inspectora llevaba más de tres horas buscando a la rubia

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La inspectora llevaba más de tres horas buscando a la rubia.Aunque se hubiera enfadado, sigue siendo testigo de un asesinato y el culpable no tardaría en hacer con ella lo que hizo con los demás.

Buscó por todos los rincones de su casa, sin dar con alguna pista.

Decidió dar una vuelta con el coche, para ver so así la encontraba.Como no había rastro de la chica decidió ir a la universidad, a ver si estaba allí.

Cuando llegó a la puerta, se le pusieron los pelos de punta.

Recordaba la primera vez que la vio, que vio el cadáver, cuando volvió y vio a la chica de Harvard.Y cuando a ella casi la matan.

Entró rápido a la institución, cuando encontró a Megan, era casi de noche, cosa que hoy no era así.No era totalmente de día, pero aún no anochecía.

Lisa fue divagando por los pasillos, encontrándose a un que otro profesor y haciéndole un gesto a modo de saludo con la cabeza.

Cuando llegó a la sala del director dio tres toquecitos en la puerta y entró, encontrándose con la rubia.

-Ay madre Rosé, ¿pero qué estabas pensando?-.Dijo Manoban entrando rápida a la sala echando el aire que tuvo que contener pensando que le había pasado algo.

La rubia levantó la mirada del papeleo y le miró con frialdad.

-Directora Park para usted en estas instalaciones.-.

La cara de la inspectora era un poema.

-¿Acabas de-.

-Sí, a ver si así te doy tu merecido.-.Cortó a la inspectora, se levantó de su silla y salió de la oficina siendo seguida por Lisa.

-Venga, Rosé.¡Sabes qué es mi trabajo!-.

-¡Y tú sabías que no podía ser asesina!.-.Se giró encarando a la peli negra.

-Vale.-.Dijo Lisa claramente frustrada.-Lo siento, ¿vale?-.

La rubia le miró con cara de desaprobación.

-¿Qué?-.

-Vas a tener que comprarme muchas cosas para compensarlo.-.

El teléfono de Lisa empezó a sonar, era Yeji.

-Me tengo que ir.-.Murmuró casi susurrando.

Salió corriendo por la universidad abajo antes de que Rosé se diera la vuelta.

Esta la iba a pagar caro.

Aceptó la llamada de Yeji, mientras subía a su coche

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Aceptó la llamada de Yeji, mientras subía a su coche.

-Esepro que tengas buenas noticias.-Contestó la inspectora Manoban.

Una risa no conocida sonó del otro lado.

-Buenas para usted no, inspectora.-.

Era la voz de un hombre.Y no podía ser nadie más que Albert Addams.

-¿Dónde está Yeji, Albert?-.Dijo más seria de lo normal.

Yeji era su compañera desde que se graduó y no la iba a perder por nada del mundo.

-No se preocupe, inspectora, la gatita está conmigo.-.

-¿Qué quiere?-.

La risa del hombre resonó en sus oídos.Repugnante.

-¿Acaso no es obvio?, nunca me investigaron por mi alto cargo.Pero ahora viene una niñita, la inspectora Manoban, ¿a detenerme?-.Lisa conducía a toda velocidad hacia las oficinas de la fiscalía.-No se va a salir con la suya, inspectora.-.

-Eso ya lo veremos.-.

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Voy a intentar actualizar más seguido, lo prometo.

Pero es que ahora mismo está soy yo:

Pero es que ahora mismo está soy yo:

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 Detrás del cuchillo -ChaeLisa-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora