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2 horas antes.

Yeji llegaba a la oficina del fiscal. No iba a mentir, estaba de los nervios.

Y es que ir a por un fiscal que era asesino no era muy normal para la inspectora.

Ella ya había arrestado a varios criminales, pero, ¿como iba a entrar a la fiscalía y decir: "Sí, hola, vengo a arrestar al fiscal más famoso de la ciudad, con permiso"?

Cuando llego al edificio, aparcó su coche y antes de salir de él suspiró para tranquilizarse. Las cosas como son, Hwang Yeji no había pagado sus clases de teatro así como así, tenía que disimular.

Agarró del maletero unas carpetas y varios papeles y entró a la institución.

-Buenas tardes, señorita.-La recepcionista saludó serena-¿Necesita algo?-.

Yeji asintió sonriendo, tratando de esconder su nerviosismo.

-Pues la verdad es que sí.-Apoyó la carpeta y pasó su mano por su frente suspirando, pareciendo cansada.-Soy inspectora y hay un caso que lleva el fiscal Addams que mi jefa me mandó revisar con él.-.

-Ah, sí, déjeme que le aviso.-.

-¡No!.-La recepcionista le miró anonadada.-Digo, la cosa es que el fiscal puso a cargo a mi jefa y ahora mismo ella está hablando con él y se lo está diciendo, pues para que no le tome de imprevisto porque técnicamente el caso debería estar cerrado.-Le sonrió dulcemente rezando para que se lo creyera.

La recepcionista le miró con una mueca rara.

-Bueno, está bien, pero si me está mintiendo hablaré con la jefa de su comisaría, ¿Ha entendido, señorita?-.

Yeji asintió varias veces.-Alto y claro señora, muchas gracias.-

Fue hacia el ascensor y pulsó el botón a la planta más alta. Yeji ya había ido varias veces a la oficina del fiscal junto con su amiga de narcotráfico, Jeongyeon, así que la planta y la oficina la conocía.

Cuando llegó a la planta salió del ascensor y tiró los papeles en una papelera, si eran muy importantes ya los hecharía en falta.

Se posicionó en frente de la puerta de la oficina y se tranquilizó, o bueno, se intentó tranquilizar soltando un suspiroso temeroso.

Dio dos simples golpes en la puerta y la voz del fiscal sonó diciendo un simple "adelante".

Abrió la puerta, sus manos sudando.

-Buenas tardes señor fiscal, soy la inspectora Hwang.-.

El fiscal le miró extrañado.

-¿La conozco?, nadie me avisó de que venía hoy.-

Yeji cerró la puerta tras ella.

-El caso señor es que estoy trabajando en un caso con la inspectora Manoban.-Hwang vio como el hombre bajaba la vista pensando en algo.-No sé si le suena.-.

-Lalisa Manoban, la verdadera pregunta es ¿Quién no conoce a Lalisa en está ciudad?-El hombre le sonrió aunque seguía con una mirada confundida.

-El caso, señor, es que si no se ha enterado las víctimas son conocidas tuyas.-

El fiscal bajó la mirada.

-¿Por qué lo hizo?-.

-¿Qué?-.

-Me ha escuchado perfectamente, Addams.-.

-No, no, yo no les maté.-Dijo levantándose de golpe de su silla, asustando a la inspectora.

-Señor, cálmese.-

-No, te juro que yo no he hecho nada, tengo una reputación que mantener.-

-¿Y entonces quién ha sido?-.

-¡No lo sé!-Dijo frustrado.-Pero le juro que yo no.-.

Yeji suspiró. No parecía que estuviera mintiendo, pero tenía que arrestarle igual.

-Puede que haya sido él.-.

Yeji alzó su mirada queriendo saber más.

-Como se llamaba, ¿algo Walter?-Se preguntaba cómo un loco mientras caminaba por la oficina.-¡Sí!, Walter algo, no sé, pero su apellido es Walter.-.

-Señor eso no me sirve como prue-

-Inspectora, mi mujer me engañó hace como veintiún años y así nació Megan.-Yeji unía cables dentro de su cabeza.

-Pero Walter es el apellido de soltera de su ex mujer.-.

-Mujer, inspectora, aunque esté muerta sigue siendo mi mujer y yo la sigo amando.-

-Pero si dice que la ama, ¿Por qué la mató?-.

El fiscal le miró aterrorizado

-¿Qué?-Dijo en un murmullo.-Yo no maté a mi mujer.-Dijo serio.

-Entonces, ¿Por qué dijo que había muerto de causas naturales?-.Yeji tenía una mirada dura mientras fruncía el ceño hacia el fiscal.

-¿Qué?-El fiscal parecía ido, como si se hubiera enterado ahora que su fallecida mujer desde hace dieciséis años había sido asesinada.-Pero, él dijo que había sido natural.-

Yeji se comenzaba a poner nerviosa. El fiscal parecía que se había vuelto loco.

-¿Quién?-Casi gritó la inspectora.-¿Quién le dijo eso?-.

Un golpe sordo resonó de repente en la sala.

Cuando Yeji abrió los ojos y su vista se acostumbró de nuevo vio al fiscal en la silla, con un balazo en el pecho

-Yo-.

Yeji no pudo reaccionar, ya que antes de que se diera cuenta una mano ya le tapaba la boca y la nariz, hasta que quedó inconsciente.

 Detrás del cuchillo -ChaeLisa-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora