CONTIGO (PARTE I)

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(Leer nota al final :D )

Lan Huan y Jiang Cheng sintieron prácticamente un flechazo inmediato en cuanto se conocieron en la universidad. El momento en el que sus miradas se cruzaron era comparable con la sacudida de un temblor, pero que en vez de causar algún daño, había transformado el mundo en un lugar más luminoso.

Quizá por la timidez e inseguridad de Jiang Cheng, la relación entre ellos no avanzó con rapidez, pues a pesar de que estaba muy claro que a él le gustaba Lan Huan, necesitaba reunir valor para permitirse experimentar todas las situaciones que una relación amorosa iba a ofrecerle; por lo que todo comenzó como una amistad. Lan Huan tenía a su favor la paciencia y confianza de lograr alcanzar cualquiera de sus objetivos, permitiendo que fuera Jiang Cheng quien marcara el ritmo; cuando por fin este se sintió listo, dieron el paso que muy en el fondo los dos habían esperado desde el día uno.

No se podría decir que su noviazgo había sido sacado de un cuento de hadas, pues en esos relatos los personajes no cuentan con los matices propios de las personas reales, así que su relación parece más un ideal utópico que algo sincero. Lan Huan y Jiang Cheng tuvieron que enfrentar varios obstáculos, siempre con la convicción de que juntos eran más fuertes. Estas dificultades fueron afianzando su relación con el paso del tiempo. Sin embargo, al concluir la universidad se enfrentarían a nuevos retos personales que se reflejaban en su dinámica como pareja.

Cada uno había conseguido un empleo, no solo con una modesta pero útil remuneración, sino que les exigía pasar la mayoría del día en reuniones, salidas a otras ciudades, actividades con los compañeros y otro tipo de ocupaciones. Ambos sabían que si querían ganar buena reputación y conexiones importantes, para conseguir mejores puestos y otros empleos mejor pagados, tenían que cumplir con sus tareas a cabalidad, sacrificando de esa manera su tiempo juntos. Y aunque estaban preparados para este tipo de trabas, a los dos les ponía de mal humor no poder estar juntos.

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—La mejor opción es que nos vayamos a vivir juntos —propuso Lan Huan una noche en la que pudieron salir a cenar—. Comienzo a cansarme de solo comunicarme contigo por mensajes... llamadas nocturnas que terminan abruptamente porque uno de los dos es vencido por el sueño. Es frustrante tener que reagendar una y otra vez nuestros planes; por ejemplo esta cena... ¿Desde cuándo queríamos venir aquí?

Jiang Cheng suspiró. —Casi dos meses —tomó la mano de Lan Huan—. También para mí es frustrante esta situación, y no hay nada que me gustaría más que llegar a una casa donde estés esperando por mí o yo por ti... pero...

—No me digas "pero" A-Cheng.

—Espera, deja que termine. No creo que con nuestros sueldos logremos conseguir algo decente para vivir y que nos permita pagar los servicios, al menos los más necesarios —volvió a suspirar, deslizándose ligeramente en la silla—. Estoy haciendo mi mayor esfuerzo para que me asciendan, por eso trabajo casi todo el día y sé que dará resultados. Un poco de paciencia no nos caería mal.

A punto de estallar de desesperación, Lan Huan tomó lo último que quedaba en su copa y respiró a profundidad. —Puedo vender el auto que me regaló tío Qiren.

—¡Debes estar bromeando! Ese auto te sirve para ir a la empresa pues casi queda al otro lado de la ciudad, además viajas más que yo, y te ha permitido que la misma empresa te pague los servicios y las pocas fallas que ha tenido. Sin contar con el lío que puede hacer tu tío al enterarse que lo vendiste —negó con la cabeza—. Eso queda descartado, Huan-ge.

Lan Huan parecía un cachorrito abandonado cuando vio a Jiang Cheng a los ojos. Este sonrió y acarició con delicadeza su mejilla. —Sabes que tengo razón, por eso no puedes replicar nada.

Vidas paralelas en una galaxia far, far away (One-shots Xicheng)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora