Mientras la estrella siga brillando.

Capítulo 2: Azul

Tiara.

Una chica pasa por mi lado chocando descaradamente conmigo, no se voltea a ver el desastre que dejó, sigue caminando como si nada de esto hubiera ocurrido. Recojo mis cosas molestas, mi libro no sufrió daños, lo levantó del suelo y lo acomodo en mi bolso. Vuelvo a colocar bien el bajo que tengo en mi espalda y sigo mi camino hasta el vagón del tren, las personas de hoy se han vuelto más intensas, suelen irritarse por lo más mínimo, hoy me encontré con dos personas que casi tienen un accidente, a travesaron la calle sin mirar y en rojo, claramente el conductor que estaba por pasar freno bruscamente. Todo el mundo estaba contemplando el momento, las dos personas que pasaron con luz roja empezaron a discutir con el conductor. Me subo al vagón y me siento en el primer asiento disponible, dejó mi guitarra a un lado y me dispongo a sacar el libro que hace unos momentos corrió peligro.

Esperaba más del ensayo de hoy, las ideas que tenía en mente no se pudieron dar, la líder del grupo solo se enfoca en tocar sus canciones, y cantar solo lo que ella crea. Tenemos éxito, pero nunca hemos sido unidos, siempre estamos separados por alguna discusión o pleito, Amara es nuestra mánayer y gracias a ella es que tenemos contratos con las grandes industrias musicales.

Tengo bloqueo lector desde hace unos meses, deje de leer por un largo tiempo y al parecer sigo con esta mierda de no poder entender nada de lo que estoy leyendo. Me frustró rápidamente haciendo que despegue mi vista del libro, miro hacia la chica que está en frente, la chica tiene la mirada fija en mí, no sé el porqué, pero le sonrió y vuelvo a mirar el libro luego de que ella apartara la mirada un poco incómoda.

La alta voz suena anunciando mi estación, recojo el estuche y guardo lentamente el libro en mi bolso, me levanto y me dirijo a las puertas, el vagón se va deteniendo lentamente mientras me muestra a personas que están esperando a subirse. Las puertas se abren y bajo del vagón, las personas suben apresuradamente como si el metro por ese acto se moviera más rápido.

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—Déjame adivinar...— empezó Marco. — Te tiraste a Amanda?

—¿Qué?, ¡No! — negué rápidamente. — No hablo con ella desde el incidente de ya sabes quién.

—Carajo, pensé que esa relación resultaría.

Yo también lo creía, Amanda es una chica de la facultad de derecho. Nos conocimos en la cafetería, en un día lluvioso y estábamos con Marco sentados en las últimas mesas del salón. Marco se había comido todas mis papitas a si que tome la estúpida decisión de tomar la hamburguesa de mi mejor amigo y salir corriendo; en medio del pasto mojado. El pasto mojado es el peor enemigo porque cuando lo cruze no se me ocurrió algo mejor que frenar en este. — sí, dolió. — caí de espaldas al suelo, fue ahí donde apareció Amanda, se acerco a mi y me ofreció su mano. Marco estaba a su lado riéndose a carcajadas, yo me limite a mirarlo con mala cara, haciendo que el se callara.

Amanda me ayudo a levantarme y la observe. Ella puso un mechón de pelo por detrás de su oreja, se subió los lentes y me pregunto si me dolía algo, al no tener respuesta de mi parte Marco intervino y le aseguro de que estaba en perfecto estado a si que la chica de cabello castaño siguió su camino luego de despedirse.

¿Como volví a verla?

Es muy simple, la busque por internet, me tarde mas de cinco horas en poder encontrar su perfil de Instagram, le mande solicitud después de pensar si esa era la decisión correcta, lo que paso después fue algo inexplicable.

—Yo también lo creía. — murmure.

—Venga. — Marco me acerco a el y me dio un abrazo. — Te parece si vamos a algún club?