23.

70 16 0
                                    

Cuando Wheein dejó de oír las súplicas de Solar y el silencio volvía a lo habitual

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Cuando Wheein dejó de oír las súplicas de Solar y el silencio volvía a lo habitual. Abre la puerta.

Solar estaba dormida en el sofá.

Wheein trajo una cobija entre sus manos para cubrir a Solar del frío. Apagó la luz y es tomada del brazo cuando se dió la vuelta.

Solar — Wheein. ¿Sigues enojada conmigo...? —

Wheein pensativa, suspiró. Olvidándose de esa mala sangre que le generó la sensual dama que vive con ella.

Wheein — No. Ahora duerme. Mañana es otro día y debo trabajar... —

Wheein alejó la mano de Solar de su brazo, pero la rubia insistió y se apegó a la cintura de Wheein.

Wheein — ¿Y ahora que quieres? —

Solar — ¿No debería dormir contigo, Wheein? —

Levantó la mirada tratando de conservar el silencio que es lo único que no la molesta.

Wheein — Esta bien. —

Entraron juntas a la habitación.

La dueña del departamento le cedió un espacio del lado derecho de la cama.

Wheein — Tienes más almohadas en mí ropero si quieres estar más cómoda. Dejaré la luz prendida de mí mesita, espero que no te moleste, ya que no puedo dormir con toda la oscuridad. —

Le entregó la espalda a Solar y un leve escalofrío recorre la espina dorsal de Wheein cuando siente que es abrazada y protegida.

Wheein — Me dejas poco espacio, Solar. No estoy acostumbrada a los abrazos. —

Volteó y tuvo la mala suerte de que también no esté acostumbrada a que encuentre cara a cara a Solar.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Succubus [WheeSun]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora