Si, Mirabel lo sabe

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El día comenzó con un grito de felicidad que se escuchó por toda la casa madrigal, despertando a varios, entre ellos Bruno, el grito le pertenecía a Mirabel, la cual parecía de buen humor, Bruno salió del cuadro, asustando a Dolores, la cual salía de su habitación con sus tapones

Mirabel corrió hasta bruno e hizo que ambos caigan en el antiguo escondite del adulto.

—¡Sabia que algo más escondías!—grito feliz, pero siendo callada por Bruno porque se acercaba Julieta y Pepa de mal humor por ser despertadas por un grito por quien sabe que.

—Mirabel ¿Qué paso?—pregunto su Madre tratando de no perder la calma.

—Nada, no pasó nada—dijo rápidamente Bruno y se la llevó para adentro para poder cerrar el cuadro. Las mujeres no entraron porque les daba un poco de asco por el tema de las ratas.

—Tienes dos hijastros ¿y no nos contaste?—susurro la chica.

—Si, si, no se los dije, solamente que con tanta gente odiándome decidí no decirles para que no les pase lo mismo que a mi—dijo Bruno.

—Entendido, pero igualmente debes ir a verlos—volvió a susurrar con una sonrisa.

—Es lo que voy a hacer en una semana, están en el pueblo vecino, me vendrá a buscar mi hijastro y me iré con el durante un par de días, veré como me va y dependiendo el resultado volveré.

—Tienes que llevarme—su felicidad desbordaba por todos lados.

—No lo sé, ya fue suficiente que quisieran llevarme, no quiero molestar más—dijo soltando un suspiro.

—Podemos preguntar, se supone que vendrán hasta aquí y te irás mañana o bueno eso dice en tu diario—dejo el diario que había tomado de la habitación de Bruno

—Bueno, ya que.

—¡Si!—grito mientras salía del escondite.

—Ay—dijo y tomo un poco de sal y se la tiro por el hombro.

[...]

Granja de Remus González

—¡Papa!—llamo la adolescente a su progenitor—¿a que no sabes a quien nos encontramos?

—Pues, no lo sé, dímelo cariño—dijo con una sonrisa.

—¡Rosa!—regaño su hermano—dejémoslo como sorpresa—sonrieron con complicidad.

—¿Eh?—no entendía y parecía no querer entender o al menos no por ahora, pero bueno quien sabe cuanto tiempo pase siendo ignorante de la situación.

—Como sea, Pa, en una semana volveré al pueblo donde viven los Madrigal—Dijo Thomas tranquilamente.

—Bueno, solamente ve con cuidado, intenta esta vez no preguntar a cerca de Bruno—su tono se volvió un poco bajo y depresivo.

—Tranquilo, Papá, estará todo bien—Dijo la chica para hacer sentir bien a su padre mientras lo abrazaba.

El que intente olvidar [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora