Miraba un gran árbol de pinos decorado con luces y serpentinas, las personas caminaban felices con regalos en manos y otros se escondían en sus abrigos mientras tomaban chocolate caliente, todos con la misma sonrisa, todos iguales, amando la navidad.
Yo miraba desde las sombras, nadie me podía ver, nadie me podía sentir sino quería que pasara.
Yo era todo un Demonio.
Camine a una taberna lejos del gran árbol y miro el lugar y me quedo fijo mirando al Santa el cual tenia su saco rojo en la mesa y tenía su pantalón de Santa se aseguraba con su gran cinturón y dejaban ver sus brazos a través de su camiseta blanca mientras agarraba su botella de cerveza y tomaba.
No lo pude evitar.
Vi sus pecados y mis ojos se oscurecieron.
Su trabajo le encanta.
Su mente era sucia.
Sonreía ocultando su secreto.
Debajo de su traje de Santa se aprovechaba de la inocencia de aquellos niños que creían en él.
Y se la arrebataba.
Mire como deja la cerveza sobre mesa para ponerse su saco y acomodárselo y pagar. Toma la cerveza en sus manos y con una sonrisa sale deseando Feliz Navidad.
Lo sigo silencioso.
Las consecuencias de sus pecados a llegado.
La noche de New York a llegado, la nieve se hacia mas densa, la oscuridad consumía la claridad, Santa caminaba rápido a casa, de su respiración salía humo de tan frío que estaba.
— Tus pecados te apuñalaran— Mi alma aparece ante él, mis ojos son lo único que brillan. No puede hablar, no puede moverse, su respiración se detiene, la cerveza cae al suelo y se rompe en pedazos. Intenta correr, pero sus pies no reaccionan.
— Sabes lo que hiciste — Hago que se agache y tome uno de los vidrios de su cerveza, sus manos tiemblan tratando detener mi poder, pero es imposible, yo controlo todo y sus pecados me hacen más fuertes.
— Por favor — En susurro logra suplicar, sus ojos se mantienen mirándome con terror tratando de adivinar que soy, mientras una lágrima escapaba de sus ojos.
— Estas condenado — Susurro mientras una risa fría escapa de mí, esta vez sin aguantarme más.
Un grito del escapa, pero ya es demasiado tarde, con su propia mano donde tiene el vidrio sostenido es clavado en su garganta, miro como lo atraviesa, como la sangre salpica, como su cuerpo cae a la nieve dura, como su cuerpo se desangra y queda sin vida.
Varias luces se encienden en el vecindario y salen a mirar lo que paso, Santa se había quitado la vida el mismo, todo pensaban.
Yo sonreía disfrutando mi cometido.
Sonrío mientras miro como el cuerpo es llevado.
Sonrío mientras miro la Nieve tintada de rojo.
Desde ese entonces ver la Nieve roja se convirtió en mi mejor pasatiempo.
N/A:
Antes de todo: ¡Feliz Navidad!
¿Como la han pasado estos días?
Quise hacer este ''Especial Navideño'' y me ha gustado, espero que a ustedes también. Ya esta semana estarán los capítulos normales de esta historia, pero también es bueno saber un poco del pasado de Asmodia.
La historia esta comenzando a unir hilos.
Atentos a las Actualizaciones, estaré activa.
¡Nosvemos pronto!
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