Capítulo 2: '' ¿Cómo se crea un monstruo? ''

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Capítulo 2: '' ¿Cómo se crea un monstruo? ''

En este mundo nadie es un santo, eso siempre lo he tenido claro en todo el tiempo que vivo conviviendo con los humanos. Todos los que tenían la más grande sonrisa eran los peores, detrás de eso escondían su verdadero yo.

Los humanos eran tan asombrosos a veces.

La curiosidad del caos habitaba en ellos.

Se asombraba por lo monstruoso, pero a la vez contemplaban, el horror estaba muy relacionado con el asombro.

Los monstruos habitaban en todos lados, en todos los tiempos.

El ser humano era el más grande monstruo hasta los mismos demonios lo confirmaban.

¿Cómo se creaba un monstruo?

Los demonios nacíamos monstruos, todo el dolor y la tristeza del mundo que cargábamos en nuestros hombros nos hacía convertirlo e ira y todo el sufrimiento que nos producía este peso en el cual estábamos castigados lo zaceábamos con almas.

En el ser humano era diferente.

No nacían con el sufrimiento, los humanos nacían con una hoja en blanco, el cual ellos mismos escribían y se volvían lo que pensaban.

Siempre lo había envidiado en eso.

Tal vez no tenían poderes, pero tenían esa oportunidad.

La cual siempre tiraban a la basura.

Ya que con el mismo dolor que provocaba el mundo donde vivían, lo volvías unos monstruos.

El mundo ya no es como antes.

Los demonios más antiguos decían que el mundo antes era tan puro que ni ellos mismos podían pisar esas tierras.

Luego ellos se volvieron egoístas, fríos y crueles Y así convirtieron a sus otros hermanos.

Y aunque no tenían el poder de nosotros su forma de actuar lo hacían así.

La sociedad los hizo así.

Tal vez un monstruo se cree del dolor y la oscuridad que ha vivido, pero sin duda la sociedad era el significado perfecto de: Dolor, oscuridad y crueldad. La sociedad era el motivo de hoy en día hubiera tantos monstruos.

El silencio de esta casa a mitad del bosque era el mejor, el silencio que había aquí era el mejor lugar para estar, el sonido de los árboles hacia una armonía fantástica, pero estas eran interrumpidas por el sonido de disparos que salían de la consola de Wayner, lo cual hacía que mi lectura se hiciera incomoda, suspiro y hago que la consola caía de sus manos en la cama. El frunce el ceño mirándome y yo procedo a decir. —Cállate, irritas mi lectura y si irritas eso me irritas a mí. —Digo frio —Y si me irritas más te matare.

—Eso dices ahora, pero llorarías si me vez muerto —Bromea y vuelve a iniciar el juego. —Además soy tu castigo, vuelvo a renacer. —Dice obvio.

—Wayner. —Advierto y aprieto mis dientes.

—¿Por qué los demonios siempre quieren provocar caos? —Me sigue molestando sin mirarme, ya que se concentra en el juego.

—Es nuestra forma más fácil de divertirnos.

—¿Y La más difícil? —Pauso el video juego y me mira.

—Mejor no lo preguntes. —Rio frio.

—Los demonios somos tan complejos como los humanos, hasta nosotros mismos a veces no sorprendemos. —Una voz detrás de mi dice aquello, Miro como los pasos de tacones altos suenan en la casa de madera, los ojos marrones de Nerea me miran con curiosidad.

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